La situación de confinamiento que venimos viviendo últimamente a causa del virus que causa el COVID-19, ha tenido un gran impacto en nuestro funcionamiento. Algunos de los problemas surgidos en torno al confinamiento van desapareciendo progresivamente conforme este se desvanece. Sin embargo, otros van a continuar teniendo resonancia todavía algún tiempo. De algunos de ellos ya hemos hablado, como el miedo al contagio y la gran incertidumbre a la que nos vemos expuestos. En esta ocasión queremos abordar cómo al permanecer aislados de manera obligatoria con pareja y familia se han revelado problemas de convivencia y relación. Muchos de estos problemas ya existían de antes. Sin embargo, la situación de confinamiento, por sus especiales características, ha facilitado que queden en evidencia con mayor fuerza.
Si quieres saber más acerca del miedo al contagio, puedes leer nuestro artículo aquí
Si quieres saber más acerca de la incertidumbre puedes leer nuestros artículos sobre la incertidumbre y la ansiedad, y sobre la tolerancia a la incertidumbre
¿Por qué estar juntos ha acrecentado los conflictos?
Como decíamos, las especiales características del confinamiento han sido el caldo de cultivo para que surgieran durante la convivencia nuevos problemas, o algunos ya existentes.
Único espacio compartido
Especialmente cuando este es reducido. De manera continua obliga a hacer cesiones. Cuando no hay buenas habilidades comunicativas y de negociación, cada cesión puede dar lugar a un conflicto.
Actividades compartidas
Al compartir más tiempo juntos, muchas actividades se realizan de manera conjunta. Esto hace sencillo que surjan distintos puntos de vista, y, por tanto, los desacuerdos se acrecentan.
Reaparición de viejos problemas no resueltos. Imposibilidad de evitar a la persona con la que tienes conflictos
Es muy frecuente, cuando hay problemas en la relación que están enquistados, que se adopte una estrategia de evitación. Esta estrategia resulta muy cómoda cuando es posible realizar tal evitación. Sin embargo, no ayuda a resolver los problemas, solo a dejar de padecerlos. Por ello, durante este confinamiento han resurgido viejos problemas ya olvidados.
Situación estresante durante el confinamiento
El estrés producido por la situación del confinamiento exacerba la sensibilidad ante los problemas. Ya sea por las limitaciones impuestas que reducen el reforzamiento al que estábamos acostumbrados, las dificultades a nivel laboral o económicas, o la incertidumbre. Todo esto favorece la sensibilización ante cualquier nueva dificultad.
Si quieres saber más acerca de las fases del estrés durante el confinamiento puedes leer nuestro artículo aquí
Falta de habilidades sociales y de comunicación
En la base del surgimiento de conflictos está la ausencia de habilidades de comunicación y negociación. Cuando no se dominan estas habilidades y no se practican con frecuencia, favorecen el surgimiento de problemas en la relación.
El resultado de todo esto es que en muchas familias y parejas la convivencia se ha convertido en un campo de batalla. Donde cada problema surgido da lugar al estallido de una discusión, o a la evitación radical de las interacciones. Estas dinámicas funcionan como un círculo vicioso, donde las dificultades se intensifican y se distancian las posturas.
Para frenar esta dinámica y reconducir la relación queremos abordar algunas ideas básicas que te ayudarán a enfriar los ánimos y reducir la conflictividad.
¿Cómo encauzar las relaciones tras los conflictos que han surgido en los últimos días?
1. Evita valoraciones sobre el otro, cíñete a su conducta
Un aspecto que dificulta enormemente la comunicación es hacer juicios sobre el otro. Cuando una persona se siente juzgada tiene a reaccionar a la defensiva. Lo que no facilitará que reciba nuestro mensaje hasta el final, y lo descarte de manera inmediata.
2. Dale una tregua
Es muy frecuente cuando hay una gestión inadecuada de los conflictos que se pongan todos los problemas sobre la mesa de una vez. Lo que dificulta el proceso de buscar soluciones. Procura abordar un único tema por vez. Cuando quieres resolver un conflicto con alguien, es mucho más sencillo ir planteando problemas de forma aislada y dar solución a cada uno, antes de pasar al siguiente.
Si quieres saber más acerca de cómo manejar discusiones adecuadamente puedes leer nuestro artículo aquí
Si quieres saber más acerca de la técnica de «tiempo fuera» en las discusiones de pareja, puedes leer nuestro artículo aquí
3. Valora distintas formas de afrontar las situaciones
Normalmente no hay una única solución para un problema. Valora distintas formas de dar una respuesta satisfactoria a los distintos miembros implicados. Intenta negociar, será más efectivo que todos tengan que hacer pequeñas cesiones, que pretender salirte con la tuya al 100%.
4. Da el primer paso
Cuando los conflictos están muy enquistados es muy frecuente la actitud coercitiva. Es decir, intentar forzar al otro a que cambie. Esto solo retroalimenta un ciclo de presiones mutuas, donde cada paso dado es visto como una obligación y no algo sincero. Además, suele alimentar emociones muy negativas, y no lleva a cambios duradero.
Tu bienestar y tu vida dependen mucho de lo que haces, ¿por qué dejar en manos del otro tu bienestar?
En CIPSIA psicólogos somos expertos en trabajar para la mejora de las relaciones familiares y de pareja. Si tienes un problema en tus relaciones, y no sabes cómo resolverlo, no dudes en contactarnos.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García