En los últimos artículos del blog estamos abordando los cambios producidos en nuestras vidas a raíz del COVID-19. Debido a la envergadura de la pandemia, la mayor parte de los cambios son comunes para todos. Algunas situaciones, como la gran incertidumbre a la que nos vemos sometidos, el confinamiento prolongado, el cambio en el nivel de reforzamiento son comunes para la mayoría Otros cambios, sin embargo, afectan de manera específica a algunos colectivos. Tal es el caso de los trabajadores de algunos sectores que han incorporado el teletrabajo a su día a día. Trabajadores del sector de la salud, la enseñanza, las comunicaciones, administrativos y empleados de oficina… y un largo etcétera.
Si quieres leer más sobre cómo afrontar el confinamiento, puedes leer nuestros artículos sobre la incertidumbre y la ansiedad, o sobre las claves para hacer frente al confinamiento
Sin duda, este cambio laboral y las circunstancias que lo rodean supone una fuente de estrés mayor para los trabajadores, que ven como se añade otro cambio a su modo de vida habitual.
El teletrabajo es uno de los cambios que será más duradero y abarcará todavía algunas semanas más. Por ello, queremos dedicar el artículo de hoy a ayudar a manejar el estrés derivado de este nuevo entorno laboral.
–Si quieres saber más sobre cómo afecta el estrés prolongado a nuestro funcionamiento psicológico puedes leer nuestro artículo aquí
¿Cómo repercute el teletrabajo durante el confinamiento en el estado de ánimo de los trabajadores?
Como decíamos, ante una situación tan demandante la respuesta de afrontamiento del organismo es el estrés. Esta respuesta es adaptativa, sin embargo, cuando se prolonga produce alteraciones en la salud y el estado de ánimo.
La respuesta de estrés surge cuando se cumplen dos premisas: las demandas de la situación son muy elevadas, y las capacidades o recursos de la persona pequeñas. Ya sea una percepción de la persona, o una realidad objetiva.
Las consecuencias de un mayor nivel de estrés están relacionadas con mayor irritabilidad y cansancio, problemas de sueño, falta o exceso de apetito…
Cuando el desajuste entre las demandas y los recursos para hacerle frente se mantiene a lo largo del tiempo se producen cambios a nivel biológico y aparecen emociones de desesperanza y depresión.
¿A qué dificultades se enfrentan ahora mismo los trabajadores desde su casa?
El entorno laboral es de por sí, para muchas personas, una fuente de estrés habitual.
–Si quieres saber más sobre el estrés en el trabajo, puedes leer nuestro artículo aquí
–Si quieres saber algunas estrategias para poner límites al trabajo, puedes leer nuestro artículo aquí
Algunos factores que acrecentan el estrés en la situación de teletrabajo actual son:
Surgimiento de nuevas demandas en el mismo puesto de trabajo
Dentro de un mismo puesto de trabajo las tareas a las que se enfrentaba un trabajador estaban definidas y estandarizadas. Y se contaba con protocolos y canales de comunicación bien establecidos. Sin embargo, en el momento presente surgen nuevas demandas, para las que no existe un procedimiento claro.
Cambio en los canales de comunicación
Se produce el paso de una comunicación directa e informal, a la necesidad de establecer nuevos canales de comunicación. Esto da lugar en ocasiones a vacíos informativos, y también supone una ralentización en el ritmo de trabajo.
La pérdida de horarios y límites asociados al entorno de trabajo habitual
Tal es el caso de la hora de final de jornada, la hora de comer o del descanso. Normalmente, los trabajadores cuentan con una serie de claves ambientales que les recuerdan la conveniencia de cambiar de actividad en estos momentos. En muchas ocasiones las claves son el comportamiento de otros compañeros, u horarios establecidos por la organización. Al desaparecer todas estas señales, se pierde el control sobre estas conductas, y la persona se siente desubicada.
Niños a cargo en casa
Cuidarles supone un trabajo adicional, que habitualmente recaía en los centros. Además, las demandas continuas de atención y cuidado interrumpen en muchas ocasiones un buen ritmo de trabajo.
¿Cómo hacer frente a estas dificultades?
Lo primero y más importante: ajusta las expectativas de rendimiento
Como hemos visto, se han producido numerosos cambios que alteran el ritmo de trabajo habitual. En este contexto es imposible que el rendimiento sea igual al de periodos anteriores. Asume que no podrás llegar al nivel de productividad anterior.
Asumir esta premisa te ayudará a respetar también los horarios, sin intentar abarcar más trabajo de lo posible.
Establece nuevos horarios de trabajo saludables
Recupera los momentos de descanso, y pon un límite a tu jornada de trabajo. Tus horarios no deben depender de la finalización o no de tareas que habías planificado. Sino que deben atender a ritmos más fisiológicos.
-Si quieres saber cómo incorporar nuevos hábitos de trabajo puedes leer nuestro artículo aquí
Establece límites con tus hijos
Es fundamental para poder compaginar ambas responsabilidades que marques horarios con ellos. Establece en qué momentos les vas a poder atender, y organiza sus actividades de modo que sean compatibles con el ambiente que necesitas para trabajar.
Te vendrá bien, recordar que no solo ellos tienen derecho a ser atendidos, sino que tú también mereces que se respeten tus tiempos.
–Si quieres ayudarte a vencer las dificultades que te impiden poner límites a tus hijos o a otras personas puedes leer nuestros artículos sobre la necesidad de poner límites y la asertividad
En CIPSIA psicólogos somos expertos en ayudarte a gestionar el estrés labora. Si necesitas ayuda por este o cualquier otro motivo no dudes en contactarnos.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García