Miles de estudiantes se enfrentan en los próximos días a los exámenes más importantes del curso. Exámenes finales, exámenes globales, recuperaciones o la prueba de acceso a la universidad entre otras.
Muchos de ellos temen este momento, pues se juegan todo el curso o su futuro a unas pocas pruebas. Incluso, para aquellos más seguros de sí mismos, es un momento delicado, pues arrastran el cansancio de todo el curso.
Algunos problemas clásicos de los estudiantes
Algunos de estos problemas están presentes durante todo el curso a la hora de enfrentarse a las pruebas. Pero cuando llegan los exámenes finales, se acentúan algunas tendencias.
- Desconfiar de su memoria
Uno de los mayores miedos el día antes del examen, y, especialmente las horas previas a este, es olvidar lo que se ha estado estudiando con tanta intensidad.
Muchos estudiantes temen que les traicione su memoria, lo que les lleva a repasar innumerables veces el mismo contenido. Además, lo hacen sin verdadera concentración. Esto les lleva a cometer más fallos y tener peor recuperación del contenido, lo que, desafortunadamente, les confirma su mayor temor. Piensan que no podrán recuperar lo estudiado. De este modo entran en un bucle de repasar y repasar, que les genera cada vez mayor ansiedad.
- Temer, más que nunca, los fallos o equivocaciones en el momento del examen
Algunos estudiantes viven obsesionados por la idea de cometer fallos en el examen. Muchas veces este temor viene de alguna experiencia negativa en que multitud de errores le han hecho suspender la prueba.
Puedes saber más sobre el miedo al error aquí
- Preocuparse porque no les de tiempo a hacer todo el examen
Otro de los grandes enemigos para el examinando es el tiempo con el que contará en la prueba. Normalmente aunque los tiempos son suficientes, suelen estar ajustados para resolver el examen. Por ello, se preocupan pensando en esta cuestión y suelen abordar los exámenes con mucha presión.
- Distracciones y jornadas de estudio maratonianas
Precisamente para estos últimos exámenes es cuando menos necesitas malgastar tu tiempo. Paradójicamente, cuanto más contenido tengas que abordar, si no sabes organizarlo adecuadamente más distracciones e interrupciones tendrás.
Cómo afrontar los exámenes con tranquilidad y dar tu mejor versión
- Haz un repaso de cuáles han sido las estrategias que has utilizado para llegar hasta este punto. Cuáles son tus puntos fuertes para aprobar un examen o una asignatura en concreto. Aquellas habilidades que te han servido en su momento para cosechar buenos resultados son las mismas en las que te puedes apoyar ahora.
- Basa el estudio en la comprensión, además de en la memorización. Especialmente ahora, que los exámenes puede que abarquen un mayor contenido, es útil la estrategia de estudiar de forma comprensiva, razonando y quedándote con las ideas clave.
- Planifica las horas de estudio y los descansos. Este será el mejor antídoto de las famosas distracciones. Ser estudiante no implica que sea lo único que debas hacer durante el día. Si en lugar de dedicar una franja de estudio fija, la flexibilizas a las necesidades reales, verás que te cunde más el tiempo. Cuando sabemos que tenemos que hacer frente a una jornada de estudio muy larga es más fácil que nos desmotivemos y comencemos a perder el tiempo. Y sin en el horizonte no vemos recompensa, un momento de descanso u ocio, la motivación por estudiar desciende. Apareciendo las famosas distracciones.
- Valora tu conocimiento por lo que sabes en lugar de lo que te falta. Autorrefuérzate. Algunos estudiantes tienen el objetivo de no cometer errores o fallos. Esto les termina acarreando fijarse mucho más en ellos, lo que incrementa su inseguridad. Basa tu estudio en incrementar conocimientos, o mejorar tus habilidades. Cuando lo haces así es más fácil redimensionar el error. Ya que es más fácil entender que el error hará “media” con el resto de conocimientos adquiridos.
Si quieres saber más sobre los beneficios del autorrefuerzo puedes leer nuestro artículo al respecto
- No todo son blancos y negros. Hay personas que tienen tendencia a valorar las situaciones de forma dicotómica. Lo que les sucede o es fantástico o es terrible. Cuando se viven las cosas de forma tan polarizada se pierden matices y la persona será más susceptible a experimentar un gran sufrimiento. Si contemplas la escale de grises serás capaz de darte cuenta de que un error o equivocación, o un olvido en el examen no arruinará tus resultados. Incluso un mal resultado en el examen tampoco echará a perder tu evaluación.
Si quieres leer más acerca de las distorsiones cognitivas puedes hacerlo aquí
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