El error y el pensamiento contrafactual

¿Qué es el pensamiento contrafactual?

Una expresión adecuada para entender qué es el pensamiento contrafactual sería “lo que pudo haber sido y no fue”. Otra muy en boca de todos sería la coletilla lingüística de “y si…”, que muchas veces ponemos en juego para señalar una alternativa que no tomamos pero que creemos que posteriormente nos esta pasando factura, y que estamos pagando el precio del error que cometimos en el pasado. Algo del tipo; “y si… en vez de aceptarlo hubiera dicho que no, seguramente esto no me hubiera pasado”, ”y si… hubiera hecho ese curso, ahora tendría trabajo”, “y si… tuviera otra pareja, ahora no tendría estos problemas”, etc.

   Si quieres saber más sobre las ideas irracionales y los «Y si…», puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.

El pensamiento contrafactual se empezó a estudiar hace mas de 40 años en el ámbito de la psicología. Tiene que ver con la creación mental de diferentes alternativas sobre hechos que han tenido lugar en el pasado. Nuestra mente tiene una gran tendencia a construir este tipo de pensamientos que si no sabemos controlar y manejar, nos pueden generar problemas emocionales y comportamentales. Hacen referencia a eventos que contradicen los hechos y que se unen a sentimientos de malestar, lamento o sentimientos de culpa.

El pensamiento contrafactual se pone en funcionamiento cuando se comete un error y se falla en alcanzar una meta. En ese momento se pone en marcha un patrón de razonamiento que nos dice lo que deberíamos haber hecho para alcanzar ese objetivo, pero que no hicimos. El problema es que los acontecimientos implicados en el logro de la meta ya no se pueden cambiar, y por tanto tampoco esta ya a nuestro alcance el resultado satisfactorio. El error es irreversible.

 

El error

El pensamiento contrafactual está relacionado con la dificultad para asumir errores. El hecho de no tener normalizado cometer errores. No saber relativizar ni aceptar los acontecimiento tal y como son. No es posible acertar siempre. Aprendemos por el principio de ensayo-error. Una dosis adecuada de pensar en los motivos por los que nos equivocamos puede ser beneficiosa, nos puede ayudar a mejorar en el futuro. Pero entrar en un debate persistente y culpabilizador sobre lo inadecuado de la decisión que tomamos nos va a perjudicar sustancialmente. Un sentimiento de culpa demasiado presente socava nuestra autoestima, debilita nuestro auto-concepto.

   Si quieres saber más sobre la autoestima y el autoconcepto, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.

No hay forma de aprender que no traiga consigo el hecho de cometer errores. A este proceso se le denomina aproximación sucesiva, es decir, aproximarte cada vez más a un resultado satisfactorio por medio de la información que te proporcionan los errores. Cada fallo te da pistas para que sepas lo que necesitas corregir, te pone en disposición de averiguar el mejor camino para realizar la tarea. En vez de temer los errores, dales la bienvenida durante el proceso de aprendizaje.

 

Arrepentimiento

El arrepentimiento tiene mucha relación con el pensamiento contrafactual. Arrepentirse genera un estado emocional negativo, con cierto dolor y malestar que se identifica con la pérdida y el error. Es una mezcla de razón y emoción. El lamento puede venir dado por la comisión o la omisión de una conducta, y puede ser voluntario o involuntario, controlable o accidental. A veces tiene que ver con resoluciones que chocan contra nuestro propio sistema de creencias y valores, se puede adentrar por tanto en aspectos éticos y morales. Este aspecto es el que normalmente va a tener mas relevancia e influencia en nuestro sentimiento de culpa.

 

El sentimiento de culpa

Como se ha explicado, a partir del pensamiento contrafactual se puede llegar a un proceso de arrepentimiento o crítica hacia uno mismo, que derive a su vez en un fuerte sentimiento de culpa. En ocasiones el arrepentimiento o sentimiento de culpa se convierte en un pensamiento demasiado presente, incansable. Ante tus intentos de pensar con precisión, el dialogo interno crítico se hace demasiado fuerte. Un pensamiento agresivo sigue a otro en un proceso llamado encadenamiento. Cada uno de esos pensamientos encadenados tiene un tema de fondo, tu error o tu decisión mal tomada. Después de un tiempo en este proceso aparece el malestar, el dolor. Tu estado de ánimo cae, afloran las emociones negativas como la tristeza, la desesperanza o la apatía. En ese momento tu autoestima se empieza a ver resentida.

   Si quieres saber más sobre la técnica de parada de pensamiento, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.

Llegados a este punto contradecir la voz crítica no parece suficiente. Los pensamientos no dejan de aparecerse (alimentados por la ansiedad) con cierta velocidad y una viveza sobrecogedora. Cada vez parecen más reales, te saturan y te afectan hasta el punto que piensas que no puedes resistirlos. La buena noticia es que hay una manera de superar la situación, aplicando la técnica de la defusión. Es una técnica que te permite crear una distancia y perspectiva respecto a ese ataque al que estas siendo sometido por tu propia mente.

   Si quieres saber mas sobre la técnica de la defusión de pensamiento puedes conocer en detalle los pasos que te permitirán ponerla en práctica pinchando aquí.

En CIPSIA Psicólogos contamos con profesionales con experiencia en el tratamiento de este y todo tipo de problemas psicológicos. Si tienes dudas sobre este o cualquier otro problema, puedes contactarnos pinchando aquí.

Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Francisco Ortiz