Autorrefuerzo: una herramienta para mejorar la autoestima

 

El término refuerzo hace
referencia a un fenómeno fundamental en Psicología. Se refiere al efecto que
tiene sobre una conducta la consecuencia posterior, incrementando la
probabilidad de ocurrencia de la primera.

 

Existen dos formas de
refuerzo, el refuerzo positivo y el refuerzo negativo. Ambos conceptos son
básicos en la explicación de la conducta y su cambio. En este artículo nos
vamos a centrar en el primero de ellos.

 

Para muchos el refuerzo positivo es un gran conocido por la importancia que tiene de cara a modificar la conducta de otros. El refuerzo positivo es la base de programas de modificación de conducta con niños, en el hogar, en aulas, etc. También se emplea en contextos institucionalizados, o para promover un alto rendimiento, como en determinados trabajos o en el deporte.

 

 

Sin embargo, en este
artículo vamos a referirnos al refuerzo autoaplicado, o lo que es lo mismo, el
autorrefuerzo. Y cómo el autorrefuerzo repercute de manera poderosa sobre el bienestar
y autoestima de la persona que lo emplea.

 

¿En
qué consiste el autorrefuerzo?

 

De manera sencilla, el
autorrefuerzo consiste en que la persona se proporcione a sí misma un premio o
recompensa de manera contingente (siguiendo) a la realización de una
conducta deseada.

 

Existen numerosas
formas de autorreforzarse, más aún si tenemos en cuenta la variabilidad de
gustos e intereses de cada persona. Algunas formas de autorreforzarse tiene que
ver con:

 

  • Realizar actividades que son
    gratificantes
  • Reunirse con personas de cuya compañía
    disfrutas
  • Comprarse un capricho o consumir una
    golosina o aperitivo
  • Reconocerse verbalmente un mérito

 

El efecto de
autorreforzarse va a tener mucha resonancia en nuestro comportamiento. No solo
va a tender a incrementar la conducta a la que sigue, sino que va a hacer esta
más apetecible, por un proceso de condicionamiento clásico. El efecto de esto
es el aumento de la motivación. Por otra parte, va a incrementar de manera
significativa el estado de ánimo y autoestima de la persona

 

Cuándo
autorreforzarse

 

En muchas ocasiones, el
hecho de no utilizar esta estrategia tiene que ver con no ser capaz de
reconocer las cosas que se hacen bien. También tiene que ver con la creencia de
no ser merecedor de un reconocimiento por “cumplir con la obligación”.

 

Lo cierto es que cuando
el día a día se llena de obligaciones y responsabilidades, y a cada una de
ellas lo que sigue es una enumeración de otras tantas, los niveles de
motivación y rendimiento descienden drásticamente, y junto a ellos los niveles
de satisfacción y felicidad.

 

Por ello, para mantener
un buen nivel de rendimiento, y tener la energía suficiente para hacer frente
al día a día y disfrutarlo, es necesario proveerse de refuerzos con frecuencia.

 

Algunas claves para
empezar a autorreforzarse son:

 

  • Cada vez que finalices una tarea busca
    algún aspecto positivo de tu ejecución en la misma. Puede ser respecto a cómo
    lo has resuelto, lo que has aprendido…
  • Prográmate descansos en varios momentos
    del día. Date permiso para no hacer nada.
  • Intenta introducir una o varias
    actividades reforzantes al día. Puede consistir en leer, escuchar música,
    empezar a ver una serie, darte un paseo o hacer algo de ejercicio.
  • Al final de tu día repasa mentalmente
    las cosas que has hecho de las que te sientas más satisfecho, y piensa cuál ha
    sido tu papel en ellas.
  • Programa actividades más especiales al
    final un ciclo: al final de la semana, al cerrar un trimestre, la entrega de un
    trabajo o informe…

 

Algunas
problemáticas que se pueden ver muy beneficiadas de introducir el autorrefuerzo
son:

 

Problemas de autoestima

 

La autoestima se nutre de manera importante del discurso que la persona desarrolla sobre sí misma. Por tanto, en la medida que aprenda a autorreforzarse verbalmente, su autoestima se verá fortalecida.

 

 

Bajo estado de ánimo, depresión y ansiedad

 

El estado de ánimo depende del balance entre reforzadores y estresores presentes en el día a día de la persona. En el caso de la depresión y ansiedad, por lo general, hay una gran cantidad de estresores y castigo, ya sea recibido por parte del entorno o autoaplicado (en forma de reproches o descalificaciones a uno mismo). Por ello, si se incrementa el nivel de autorrefuerzo mejorará el estado de ánimo.

 

Estrés laboral:

 

Las causas del estrés laboral pueden ser distintas en cada caso, y con frecuencia tienen que ver con cuestiones organizativas de la empresa. Sin embargo, hay factores que puede manejar el trabajador, como es el autorrefuerzo y autorreconocimiento, con el objetivo de sentirse satisfecho con su trabajo.

 

– Si quieres saber más sobre cómo manejar el estrés laboral, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí

 

Dependencia emocional y necesidad de aprobación

 

Ambas problemáticas se retroalimentan entre sí y están muy relacionadas. Las personas que presentan estos problemas se caracterizan por buscar el reconocimiento de otras personas para sentirse bien consigo mismas. Precisamente es la incapacidad de la persona de obtener refuerzo por sí misma, esto es, de autorreforzarse, la que le convierte en dependiente de la aprobación externa.

 

– Si quieres saber más sobre la dependencia emocional, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí

 

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Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García