Trabajar con un jefe agresivo-autoritario

En primer lugar, decir que hay distintos estilos de comunicación como ya hemos publicado con anterioridad en este blog. Los más destacables son el pasivo/inhibido, agresivo, manipulador y el asertivo. Es bien sabido que el recomendado por todos los especialistas en la materia es el estilo de comunicación asertivo. Es decir, ser capaz de expresar las opiniones, hacer comentarios o defender nuestros planteamientos y necesidades de la manera más honesta y directa, sin hacer daño a la otra persona y sin pasar por encima de sus derechos.

Pero… ¿Qué ocurre si en el trabajo tenemos un jefe o una jefa agresiva?

Es muy habitual escuchar a personas que en su trabajo tienen la mala suerte de coincidir con uno de ellos. Los disgustos y estados emocionales negativos empiezan a repetirse con cierta asiduidad y afectan mucho a las personas que los sufren. Esto puede traducirse en que cada día cueste más acudir al lugar de trabajo con buen ánimo y motivación. Levantarse por la mañana supone un mayor esfuerzo y los pensamientos negativos y catastrofistas son cada vez más recurrentes convirtiéndose en un obstáculo que requiere mucho esfuerzo contrarrestar.

Importancia de tener buenas relaciones en el trabajo.

Si bien es cierto que la tendencia a la aparición de jefes agresivos en los trabajos va a la baja, ya que cada vez hay una mayor sensibilidad sobre lo inadecuado de sus conductas y acciones, (pueden llegar a ser un delito en los casos más flagrantes), eso no quita para que todavía sigan existiendo.

Un jefe agresivo puede generar un entorno de trabajo tenso y desafiante. Un jefe autoritario se caracteriza por un estilo de liderazgo rígido, donde la toma de decisiones es unilateral y se espera una obediencia estricta de los subordinados.

Efectos de trabajar con un jefe agresivo/autoritario

Trabajar bajo la supervisión de un jefe agresivo y autoritario puede tener importantes efectos negativos en los trabajadores. Este tipo de liderazgo puede crear un ambiente laboral tóxico que afecta tanto la salud mental como física de los empleados, así como su rendimiento y satisfacción en el trabajo. A continuación, se detallan las consecuencias más comunes de trabajar con un jefe agresivo y autoritario.

Líder vs jefe.

Estrés y Ansiedad

Uno de los efectos más inmediatos y evidentes es el aumento del estrés y la ansiedad. La constante presión, las críticas severas y el temor a las represalias pueden mantener a los empleados en un estado de alerta constante. Esto puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos y trastornos del sueño, así como en síntomas emocionales como irritabilidad y nerviosismo.

Reducción de la autoestima

Los jefes agresivos y autoritarios tienden a subestimar y menospreciar a sus empleados, lo que puede llevar a una disminución significativa de la autoestima. Los empleados pueden empezar a dudar de sus habilidades y capacidades, lo que afecta negativamente su desempeño y su disposición para asumir nuevos desafíos.

Sentimientos de inutilidad

La constante negatividad y falta de reconocimiento pueden hacer que los empleados sientan que su trabajo no tiene valor. Esto puede conducir a sentimientos de inutilidad y desesperanza, afectando su motivación y compromiso con la organización. En casos más graves, puede contribuir al desarrollo de un estado depresivo.

Disminución de la productividad y calidad del trabajo

El estrés y la falta de autoconfianza pueden traducirse en una disminución de la productividad y la calidad del trabajo. Los empleados pueden sentirse desmotivados y desconectados de sus tareas, lo que redunda en un menor rendimiento y errores más frecuentes. Además, el miedo a las represalias puede hacer que los empleados se concentren más en evitar errores que en realizar un trabajo de alta calidad.

Aislamiento social y problemas de relación

Un jefe agresivo y autoritario puede fomentar un ambiente de competencia y desconfianza entre los empleados. Esto puede llevar a un aislamiento en el lugar de trabajo, ya que los empleados evitan interactuar entre sí para no convertirse en el próximo objetivo del jefe. Este aislamiento puede también afectar las relaciones personales fuera del trabajo, ya que los empleados pueden llevar el estrés y la tensión a sus hogares, afectando sus interacciones con amigos y familiares.

Problemas de salud física

El estrés crónico asociado con trabajar bajo un jefe agresivo puede tener consecuencias físicas. Los empleados pueden experimentar un amplio número de problemas de salud como pueden ser la hipertensión, trastornos gastrointestinales, trastornos musculoesqueléticos, etc.

Burnout

El agotamiento emocional y físico, conocido como burnout, es una consecuencia común de trabajar en un ambiente tóxico. Los empleados que sufren de burnout pueden sentirse agotados y menos eficaces en su trabajo. Para solucionar este síndrome puede ser necesaria la ayuda profesional. En CIPSIA psicólogos somos especialistas en este tipo de problemas.

¿Cómo afecta a la autoestima este tipo de problemas en las relaciones laborales?

Estrategias de afrontamiento ante un jefe autoritario

Comprender el Comportamiento Autoritario:

Antes de abordar cómo manejar a un jefe autoritario, es útil comprender las razones detrás de su comportamiento. Los líderes autoritarios a menudo sienten una fuerte necesidad de control y pueden experimentar ansiedad ante la posibilidad de perderlo. Este estilo de liderazgo puede ser una respuesta a la inseguridad o una estrategia para enfrentar situaciones de alta presión. Reconocer que el comportamiento autoritario puede estar motivado por factores personales puede ayudar a despersonalizar la situación y reducir el impacto emocional negativo.

Estrategias psicológicas para manejar el estrés

Mantener la calma es fundamental a la hora de actuar con un jefe autoritario. El autocontrol emocional, que implica reconocer y entender tus propias emociones, puede ayudar a responder de manera más controlada en lugar de reaccionar impulsivamente. Técnicas de regulación emocional, como la respiración diafragmática y el mindfulness, pueden ser fundamentales para manejar esta problemática.

Desarrollar la Resiliencia. La resiliencia es la capacidad de recuperarse de situaciones adversas. Fortalecer esta habilidad puede implicar establecer una red de apoyo con colegas de confianza, practicar el autocuidado fuera del trabajo y mantener una perspectiva positiva enfocándote en aspectos del trabajo que puedes controlar.

Estrategias concretas para interactuar con el jefe

Comunicación clara y concisa. Los jefes autoritarios valoran la eficiencia y la claridad. Al comunicarte con ellos, sé directo y específico. Evita rodeos y proporciona información relevante de manera precisa. Esto no solo reduce el margen de malentendidos, sino que también puede mejorar tu credibilidad ante ellos.

Anticipar expectativas y cumplir plazos. Entender las expectativas de tu jefe y cumplir con los plazos establecidos puede ayudar a reducir tensiones. Anticiparte a las necesidades de tu jefe y demostrar proactividad en tus tareas puede contribuir a una relación laboral más armoniosa.

Pedir feedback y ser flexible. Solicitar feedback regular puede demostrar tu disposición a mejorar y adaptarte. Aceptar las críticas constructivas y ajustar tu enfoque según las sugerencias puede fortalecer tu posición y demostrar tu compromiso con el éxito del equipo.

Mantener la Profesionalidad y los Límites

Establecer límites adecuados. Aunque es importante cumplir con las expectativas, también es crucial establecer límites claros para evitar el agotamiento. Aprende a decir «no» de manera respetuosa cuando las demandas sean poco razonables y prioriza tus tareas de manera efectiva. Cumple tus horarios en el trabajo pero no hagas más horas de las que te corresponden.

Considera tu futuro profesional

Evalúa el impacto a largo plazo. Si el comportamiento autoritario de tu jefe afecta significativamente tu bienestar y desarrollo profesional, puede ser necesario evaluar tus opciones a largo plazo. Esto podría implicar buscar oportunidades dentro de la misma organización o considerar un cambio de empleo.

Desarrolla habilidades transferibles. Aprovecha tu tiempo bajo un liderazgo autoritario para desarrollar habilidades que sean valiosas en cualquier entorno laboral, como la gestión del tiempo, la resolución de conflictos y la capacidad de trabajar bajo presión.

Artículo escrito por: Francisco Ortiz, CIPSIA psicólogos.