Las relaciones sociales en ocasiones pueden resultar complejas, y dentro de ellas, las relaciones familiares. La convivencia puede resultar difícil es numerosas ocasiones, ya que todos los miembros de un núcleo familiar experimentarán cambios en su personalidad y su forma de comportarse a lo largo de su vida y, en consecuencia, en sus relaciones. Estos cambios pueden afectar al modo en que interactúa y convive una familia, pudiendo crear conflictos que a la larga se conviertan en un problema mucho mayor.
También es necesario tener en cuenta que hay momentos especialmente complejos a lo largo de la vida de una familia y que hacen más probable la aparición de problemas. Si la familia no sabe gestionar estos cambios o no cuenta con las habilidades necesarias para adaptarse a la situación, esto puede llegar a convertirse en un problema que afecte a toda la familia. Por eso, es tan importante acudir a un profesional que ayude en la resolución de conflictos y nos permita, como familia, a adquirir las habilidades necesarias.
¿Qué es la terapia familiar?
La terapia familiar es un tipo de tratamiento que tiene como núcleo centrar trabajar en familia los problemas que surgen entre ellos. Así, se va a trabajar por solucionar los diferentes problemas que puedan aparecer en el ámbito familiar.
La diferencia de este tipo de tratamiento con la terapia individual, aunque en ambas se pueden trabajar conflictos surgidos en este ámbito, reside en que en la terapia familiar se trabaja con todos los miembros de la familia. Por ejemplo, si hubiese un problema en la familia de una persona que acude por otro problema a terapia individual, se podría trabajar con diversas técnicas con la persona para que mejore el problema que tiene en la familia. Sin embargo, en la terapia familiar este mismo conflicto se trabajaría con la colaboración de todos los miembros de la familia, usando estrategias de manera común.
¿Cómo sé si tengo que acudir a terapia familiar? Problemas más comunes
Las discusiones y los problemas en las familias suelen ser habituales, pero cuando afectan a la salud física y/o emocional de los miembros de la familia y la convivencia normal se ha visto afectada de manera determinante podemos estar ante un problema familiar. Los problemas y conflictos que pueden surgir en las familias son muy variados y extensos, pero se pueden clasificar en diferentes tipos:
Estas dificultades se pueden manifestar en problemas de comunicación padres-hijos, problemas de comportamiento, rebeldía, hábitos de autonomía, adolescencia, hablar sobre drogas, sexualidad, etc., todos ellos necesitan la terapia familiar de un profesional.
Se consideran aquellos que afectan a los miembros o integrantes de la familia causados por las relaciones establecidas entre los mismos, y que puede provocar un malestar general en el seno del núcleo familiar, siendo necesaria la terapia familiar para la unidad íntegral familiar.
La pérdida traumática de un familiar puede generar un desequilibrio en el funcionamiento del resto de los miembros, tanto a nivel individual como familiar. Es preciso lograr un nuevo equilibrio, a través de la terapia familiar que ayude a aceptar la pérdida, reconstituir el núcleo, y con ello el funcionamiento familiar.
¿Qué objetivos persigue?
La terapia familiar tiene como objetivo último mejorar el clima familiar y restaurar unas buenas relaciones familiares. Estos objetivos se pueden trasladar a cualquier familia que venga a terapia, sin embargo dependiendo de la problemática de cada caso se buscarán objetivos concretos. Las áreas a trabajar más importantes en este tipo de terapia son:
La comunicación muchas veces puede suponer un foco de conflictos si no se disponen de las habilidades adecuadas para ello. Por eso es de vital importancia dotar a la familia de estas habilidades y entrenarles en reforzar la comunicación para que se abra un clima de confianza mutua en el núcleo familiar.
Los conflictos pueden legar a ser complejos de tratar, ya que además remueven emocionalmente a todos sus miembros. En la terapia se entrenará a los miembros de la familia en técnicas de resolución de conflictos y negociación, para aprender a llevarlos mejor, y a disminuir las discusiones y problemas en casa.
Otra de las áreas que más importancia cobra en la terapia familiar es el trabajo por establecer en una familia la costumbre de pasar tiempo juntos que sea agradable para todos sus miembros, pues ayudará a fortalecer las relaciones.
¿Qué podemos, mi familia y yo, conseguir en terapia familiar?
Mediante la terapia familiar se puede conseguir no sólo la resolución y la disminución de los diferentes conflictos y problemas que pueda haber en la familia, sino también mejorar y fortalecer las relaciones.
A través de las diferentes sesiones y las técnicas empleadas, se buscará que la familia fortalezca y aumente los vínculos entre sus miembros y mejoren la vida en común. De esta forma se puede conseguir una mejor comunicación y un clima agradable en el que convivir. También se trabajará porque la familia acabe la terapia con una mayor confianza entre sus miembros, y se hayan no sólo eliminado o disminuido los conflictos, sino que se hayan aprendido las habilidades necesarias para solucionarlos si volviesen a suceder.
En conclusión, y como consecuencia de todos los aspectos que pueden mejorar y conseguirse en terapia, lo que la familia conseguirá es ser más feliz. Esta felicidad, se traducirá en una mayor felicidad para todos sus miembro.