¿Tu hijo saca malas notas en el colegio o instituto? ¿Le falta motivación para ponerse a estudiar? ¿No le gusta y le cuesta centrase en sus tareas? ¿Se distrae fácilmente?
Cada vez se une más una nueva preocupación a las familias, el rendimiento académico de los hijos. La crisis posiblemente esté provocando que los padres y madres tengan una mayor sensibilidad sobre las notas de sus hijos, así como, de su posterior salida profesional. En España, un 23.6% de los jóvenes entre 18 y 24 años no logra acabar sus estudios de educación secundaria. En Madrid, estamos hablando de un 19.7%. Ante esta nueva situación, las familias se encuentran desorientadas, y necesitan un asesoramiento especializado que les ayude a centrar sus esfuerzos en una línea adecuada de trabajo, con el objetivo de conseguir los resultados que se persiguen. Con todo ello, se busca que se den mayores posibilidades de encontrar una salida profesional satisfactoria.
¿Qué es el fracaso escolar?
El fracaso escolar describe una situación en la cual el alumno no es capaz de alcanzar los objetivos establecidos para su nivel, edad y desarrollo, obteniendo unas calificaciones escolares negativas. Esta situación tiene muchas repercusiones no deseables tanto para el alumno, como para su familia. Las más destacables son:
- Importante déficit de autoestima.
- Disminución de la confianza en sus capacidades y habilidades para hacer frente a las diferentes situaciones de forma eficiente.
- Desmotivación del alumno por querer alcanzar cursos superiores; los padres se ven obligados a recriminar constantemente a los niños su mala actitud, y estos a su vez pierden gratificaciones.
- Se genera un clima familiar negativo y desfavorecedor para ayudar a solucionar los problemas.
- Los padres están más tensos, hay más discusiones y todas giran en torno a las calificaciones escolares, más castigos, menos refuerzos y momentos positivos.
Causas del fracaso escolar
Las causas del fracaso escolar pueden ser socioculturales, problemas familiares, institucionales o personales, así como, 
problemas de autoestima, ansiedad, depresión, baja motivación, malestar emocional, problemas en las relaciones sociales.
Además, muchas veces, los niños y niñas que no llegan a alcanzar las metas escolares presentan alguna dificultad de aprendizaje, ya sea en la comprensión lectora, en centrar la atención o en el aprendizaje del cálculo. En cada caso es necesario una evaluación de la situación específica para conseguir abordar el problema desde las dificultades personales y específicas de cada familia y alumno.
¿Cómo evaluar las dificultades escolares?
En CIPSIA psicólogos disponemos del Test de Estrategias de Aprendizaje (ACRA), el cual nos permite una evaluación del uso que habitualmente hacen los estudiantes de las distintas estrategias de aprendizaje. Así, nos informa de:
- Las estrategias de adquisición de la información.
- La codificación de la información.
- La recuperación de la información.
- La recuperación de la información.
En CIPSIA psicólogos abordamos el problema de fracaso escolar desde una perspectiva global, teniendo en cuenta al niñ@, a la familia y al centro educativo. Creemos que es necesaria una intervención en todos los ámbitos que influyen al niñ@ con el objetivo de conseguir mejorar la situación académica y familiar. Es fundamental actuar cuanto antes, para evitar que los problemas se agraven más, para ello recomendamos pedir una primera entrevista con nuestros profesionales.
También perseguimos el objetivo de dotar a los padres de unas pautas de control de estas situaciones de manera adecuada. Es fundamental también conocer y controlar cómo afecta el sistema educativo del centro y realizar una evaluación para conocer las áreas a trabajar en el alumn@, para dotarle de las herramientas necesarias de cara a enfrentarse al mundo académico.