¿Estás a gusto en tu trabajo? ¿Alguna vez te has sentido tan frustrado/a que esto ha disminuida tu motivación o rendimiento en el trabajo? Descubre la asertividad en el trabajo.
El clima laboral es uno de los determinantes más importantes para alcanzar un alto grado de satisfacción laboral. A su vez la satisfacción de un trabajador influye en la productividad y en el rendimiento que tiene este en su trabajo.
Se ha demostrado que para tener un buen clima laboral es esencial tener una comunicación eficaz entre los miembros de la empresa, esto implica que cada uno de los trabajadores debería estar dotado de unas habilidades sociales básicas para tener una buena convivencia.
Actualmente, para las personas desempleadas, con toda la competencia laboral que existe en nuestra sociedad, cada vez se hace más imprescindible disponer de una serie de habilidades que te ayuden a destacar. Algunas de las habilidades sociales que se suelen valorar son: tener una buena comunicación con los compañeros, el saber trabajar en equipo y compartir proyectos con otros trabajadores, la asertividad, saber valorarse y describir las fortalezas de unos mismo, etc.
La asertividad es una de las habilidades sociales que tiene más repercusión en la satisfacción laboral de uno mismo, el hecho de ser asertivo ayuda a manifestar las opiniones con claridad a los compañeros y jefes, nos permite defender nuestra prioridades o necesidades laborales, etc.
La asertividad es la capacidad de expresar o defender nuestras opiniones, necesidades o derechos de un modo eficaz, sin faltar el respeto ni transgredir los derechos de los demás. Las personas que no actúan de un modo asertivo, tienden a sentir cierto malestar en las relaciones sociales y especialmente en las interacciones laborales.
Hay tres estilos básicos de interacción social: el asertivo, el pasivo y el agresivo. Las personas podemos actuar de un modo determinante ante algunas situaciones y de otras maneras en situaciones distintas. No obstante, suele haber cierta tendencia a tener un estilo de interacción en cada uno de los ambientes de nuestra vida (laboral, familiar, pareja, desconocidos).
Una persona que actúa de forma pasiva en el trabajo, y consecuentemente no sabe defender sus opiniones y sus necesidades, estará a disposición total de las necesidades de sus compañeros y jefes, y se sentirá “pisoteada” por los demás. Además al no sentirse capaz de expresar sus preferencias puede acabar aceptando favores, tratos o trabajos que no percibe como justos o que no le interesan, y eso fomentará un creciente resentimiento hacia sus compañeros, su trabajo y hacia sí misma.
Estas personas se suelen sentir ansiosas en el trabajo, incomodas en las distintas interacciones con sus compañeros, insatisfechas con el trabajo y a punto de saltar en cualquier momento. Todo esto, tal y como es de esperar puede provocar múltiples consecuencias negativas para la salud física y mental de la persona. La persona pasiva tendrá una baja autoestima ya que se percibe incapaz de defender o priorizar sus necesidades a las de los demás, puede sufrir ansiedad social u otros trastornos de ansiedad, estados depresivos, e incluso tener somatizaciones producto de las constantes situaciones estresantes que vive a diario (alteraciones digestivas, intestinales, respiratorios, etc.)
El equipo de CIPSIA psicólogos, evalúa y lleva a cabo un entrenamiento en asertividad y otras habilidades sociales para dotar a las personas de unas herramientas básicas para interactuar de forma eficaz con las distintas personas y ambientes en los que se encuentra.
Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Anna Cadafalch
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