Mi problema era que todo lo que hacía tenía que contar con el beneplácito de los demás, era incapaz de pensar en mí, no tenía valor de elegir lo que realmente quería. No era libre.
Y todo esto me generaba una ansiedad tremenda. He estado dos años de terapia, he aprendido que quererme, no es ser egoísta, que tener opiniones diferentes no me aleja de mis amigos, al contrario me siento más valorada. Hemos trabajado mucho la Asertividad.Llega un momento en el que debemos pensar que persona es la más importante, y cuando nos damos cuenta que somos nosotros mismos, entonces estamos preparados para luchar y afrontar problemas.Cuando vuelvo la vista atrás, me resultan cómicos algunos de los problemas por los que acudí.Mi valoración es muy positiva, mi vida ha cambiado me siento libre, me siento feliz.