Factor D: el lado oscuro de la personalidad

 

Aunque por lo general nuestro circulo social suele estar compuesto por personas que nos reportan aspectos positivos de nuestra vida social, todos conocemos a alguien al que podemos catalogar como una persona tirana, malvada e incluso que a veces se aproxima a la psicopatía.

En esta ocasión hablamos de esas personas que parece que disfrutan cuando se benefician de detrimento del placer o bienestar de otros.

A lo largo de la historia de la psicología siempre se ha tratado de explicar que nos empuja a hacer el mal o que se esconde detrás de nuestro lado más siniestro cuando este no es catalogado como patológico.

 

Si quieres saber más sobre por qué las personas cometen actos atroces, puedes leer nuestro artículo sobre el efecto Lucifer aquí

 

Parece que ya se puede hablar de estudios sólidos sobre estas cuestiones ya que se seba que existe un factor D de la personalidad, el cual describiremos brevemente en este artículo.

¿Qué es el Factor D?

Al igual que existe un factor G para la inteligencia del cual se pueden extraer diferentes rasgos que influyen en el rendimiento de esta, recientes estudios han tratado de demostrar que existe un factor D de la personalidad, del cual se pueden estudiar diferentes rasgos que influyen en la tendencias ‘oscuras’ de cada persona.

Más concretamente el factor D es « la tendencia general a maximizar la propia utilidad individual, sin tener en cuenta, aceptar o provocar de manera malintencionada la falta de utilidad para los demás, acompañada de creencias que sirven como justificaciones´´.

Dicho de otra manera, es el hábito de anteponer nuestros intereses por encima de los demás, y que sin mala intención, en ocasiones puede provocarnos placer por el hecho de lastimar a los demás. Esta tendencia suele complementarse con excusas y justificaciones para evitar sentimientos de culpa o vergüenza.

Las personas que puntúan alto en el factor D suelen estar asociado a sentimientos de indiferencia hacia los demás y falta de empatía. También pueden evitar desarrollar conductas que beneficien a otros, engañar y lastimar emocionalmente en pro de su beneficio.

 

Si quieres saber más sobre la tríada oscura de la personalidad (narcisismo, psicopatía y maquiavelismo), puedes leer nuestro artículo sobre aquí

 

Rasgos predominantes del factor D

  • Egoísmo: preocupación excesiva sobre la propia ventaja a expensas de la de los demás.
  • Maquiavelismo: actitud manipuladora e insensible y la creencia de que los fines justifican los medios.
  • Desconexión moral: estilo de procesamiento cognitivo que permite comportarse sin ética sin sentir angustia.
  • Narcisismo: excesivo ensimismamiento, un sentido de superioridad y una extrema necesidad de recibir atención de los demás.
  • Derecho psicológico: creencia recurrente de que uno es mejor que los demás y merece un mejor trato.
  • Psicopatía: falta de empatía y autocontrol, combinada con un comportamiento impulsivo.
  • Sadismo: deseo de causar daño mental o físico a otros para el propio placer o para beneficiarse a sí mismo.
  • Interés propio: deseo de promover y resaltar el propio estado social y financiero.
  • Rencor: disposición para causar daño o destruir a otros, incluso si uno mismo se daña en el proceso.

Estos rasgos pueden entenderse como ejemplos de un núcleo común pero que difieren por sus aspectos predominantes (P. e. el aspecto de justificaciones ante una mala conducta suele estar ligado al narcisismo).

 

Para saber más sobre las características y tipos de narcisismo pincha aquí

 

Trabajar la empatía para vencer al lado oscuro

Estas personas no suelen hacer daño de forma consciente, es decir, no planifican sus acciones para dañar a otros y obtener placer. Más bien es una ausencia de recursos emocionales, cognitivos y conductuales ante situaciones novedosas o inesperadas las que les lleva a comportarse de tal manera.

Dada la incapacidad de estas personas para ponerse en el lugar del otro o inferir sus sentimiento, se puede considerar el crecimiento personal y el trabajo sobre la empatía como un buen método para ayudar a que desarrollen conductas más aceptables socialmente y más adaptativas.

 

Si quieres saber más sobre como trabajar la empatía pincha aquí

Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sergio García