Deseabilidad social

La deseabilidad social es un término usado en investigaciones científicas, principalmente en estudios psicológicos, y se refiere a la creencia de que los encuestados responderán en base a lo socialmente esperado o aceptado.

La teoría de la deseabilidad social se basa en que la persona buscará responder de la mejor forma posible los cuestionamientos que se le hagan, sin importar que las respuestas sean contrarias a las creencias reales de la persona.

Esto no quiere decir que la persona tienda a mentir de forma constante o que lo haga con malicia, sino que está temerosa de revelar información personal que la haría cuestionable: discriminación, uso de drogas, comportamientos sexuales, etc.

La psicología social es la encargada de estudiar cómo y por qué la gente actúa de ciertas formas en ciertos momentos. Uno de los elementos que estudia esta especialidad de la psicología es la deseabilidad, y la describe como una tendencia que todos tenemos a actuar de forma favorable para nosotros.

Es probable que te haya pasado una o más veces que eres encuestado o respondes una prueba psicológica y encuentras una o varias preguntas en las que sabes que tu respuesta no sería bien vista y respondes como lo harían los demás. Esto es resultado de un instinto básico: la necesidad de ser socialmente aceptado.
Los psicólogos concuerdan en afirmar que si una persona es más susceptible a las opiniones o ideas negativas, tiene mayores posibilidades de responder de acuerdo con lo más aceptable para enfrentarse a la negatividad o el rechazo de quienes la rodean.

deseabilidad social

La investigación realizada en el campo de la persuasión muestra que los sujetos que tienen una alta deseabilidad social son más fáciles de persuadir, especialmente usando incentivos. Además, este tipo de individuos manifiesta una mayor dificultad a la hora de discriminar la calidad de los argumentos contenidos en un mensaje y la credibilidad de los hechos. Más específicamente, en situaciones de conformidad, las personas que tienen alta deseabilidad social tienden a ceder con más facilidad a la presión de los demás, especialmente cuando se percibe a la fuente de persuasión como un experto.

Pero la deseabilidad social no solo se da en los experimentos. También ocurre cuando un sujeto responde a las cuestiones formuladas en los test: el sujeto tiende a aparecer como un héroe (¿Salvaría a un niño de un edificio en llamas? Verdadero), como alguien inquebrantable (¿Le molesta que los demás se rían de usted? Falso), etc.

Para ello, los tests se encuentran baremados con escalas de sinceridad. De hecho, cabe destacar, a modo de curiosidad, que los sujetos puntúan más intolerantes en tests de xenofobia de lo que en la práctica diaria son en verdad. Esto es, en tests escritos, el individuo pierde parte de su auténtica personalidad a la hora de imaginar su reacción frente a las situaciones propuestas.

Este es, por otra parte, un problema común en los tests: el hecho de poder responder únicamente con una solución predeterminada y no poder complementarla con una opinión subjetiva, lo cual reduce el margen de análisis del individuo.

Se decía antes que la deseablidad social es una característica propia solo de los humanos. Es por ello que la experimentación animal siempre da resultados en los que la intención del sujeto se descarta: el animal no se preocupa por actuar de determinada manera, no piensa qué se espera de él, no presenta síntomas de ansiedad. De igual forma, los experimentos con bebés hasta cierta edad son igual de claros en este aspecto.

Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Alba Ortiz

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