Seguro que las vacaciones de este año han sido un cúmulo de intentos de exprimir al máximo cada experiencia. Todos hemos querido ver, hablar, reír y divertirnos con la gente que necesitamos, dejando de lado tiempo para nuestro descanso. Hay que tener en cuenta que nuestro cerebro consume muchos recursos cuando interactuamos con los demás y que podemos sentirnos fatigados o incluso padecer el síndrome de resaca social, llegando al final de las vacaciones igual o más cansados de lo que las empezamos. En el Artículo de hoy hablaremos de este síndrome y como evitarlo para sacar el máximo beneficio a nuestras vacaciones.
¿Qué es la resaca social?
La resaca social es un síndrome clínicamente reconocido. Este adquirió popularidad tras los meses de confinamiento por COVID-19. Sirve para describir el estado de cansancio que se produce tras una interacción social.
El estado de resaca social, es similar al de otras resacas e incluye síntomas como:
- Agotamiento físico.
- Agotamiento mental y emocional.
- Irritabilidad.
- Apatía.
- Aumento del tiempo de procesamiento.
- Cefaleas y dolores musculares.
Si nos paramos a pensar, todo esto tiene lógica ya que durante nuestras interacciones sociales, a veces de forma consciente y a veces no, tenemos que considerar que estamos diciendo, que estamos haciendo, como nos ven los demás, como nos vemos a nosotros mismos, escuchar lo que nos dicen y procesarlo para dar una respuesta, etc. En definitiva son muchos los recursos cognitivos que se ven implicados en las interacciones sociales, si esto lo ponemos en un escenario de vacaciones, en el que el ambiente suele ser exprimir la interacción al máximo, tenemos la combinación perfecta para poder padecer una resaca social.
Factores que facilitan la aparición de resaca social
Dentro de esta sintomatología, hay algunos factores que pueden facilitar la aparición de fatiga por interacción social:
- Introversión: la introversión es un rasgo de personalidad mediante el cual el individuo necesita de actividades que enriquezcan su mundo interno para recuperar su energía (reflexión, introspección, etc.), ya que es así como ellos se sienten más cómodos. Las personas introvertidas que mantienen interacciones largas y/o constantes, pueden padecer con más facilidad este síndrome.
- Desmotivación: puede surgir por otro tipo de procesos como estados depresivos o falta de capacidad para disfrutar de la compañía ajena. Una interacción social frecuente o amplia en este tipo de estados puede dar lugar al síndrome de resaca social.
- Condiciones patológicas: en condiciones patológicas como la depresión, uno de los síntomas principales es la anhedonia, lo que dificulta la capacidad de disfrute de las interacciones.
- Exceso de socialización: pasar demasiado tiempo socializando, aún sin cumplir ninguno de los anteriores puntos, puede ser poco saludable. Es clave saber encontrar el equilibrio en nuestras interacciones sociales.
¿Qué diferencias hay entre introversión, timidez y fobia social? descúbrelo aquí.
Estrategias para evitar la resaca social en vacaciones
Recuerda que las vacaciones están para disfrutarlas pero también para recargar las pilas y reencontrarnos con nuestro bienestar. Para ello te aconsejamos los siguiente:
- Intenta mantener un equilibrio entre la socialización y los espacios necesarios para tu bienestar.
- Encuentra espacios gratificantes con actividades de baja intensidad.
- Mantén un rutina de actividades que no sueles hacer durante el año para encontrar la gratificación en ellas.
- Recuerda que muchas veces más no es igual a mejor. Ten presente que tus relaciones sociales en este periodo sean de la mayor calidad posible, cuidando al máximo tus necesidades.
Aprende como te pueden ayudar las habilidades sociales en este enlace.
Artículo escrito por: Sergio Lozano