Tratamiento Psicológico de los Trastornos de la Personalidad

¿Que es la personalidad?

Son pautas duraderas de percibir, pensar y relacionarse con el ambiente, y con uno mismo, que se hacen patentes en un amplio margen de importantes contextos personales y sociales. Se trata, por tanto, de aquella parcela del funcionamiento personal que es resistente al cambio, se encuentra consolidada y posee una generalidad y coherencia de respuestas en el tiempo y en diversos contextos.

Aparición de un trastorno de personalidad

Para que los rasgos de personalidad adquieran el carácter de convertirse en trastorno de personalidad deben poseer ciertas características; se deben convertir en inflexibles y desadaptativos, deben causar incapacitación social significativa, disfuncionalismo ocupacional y malestar subjetivo. Dicho de otro modo, cuando causan sufrimiento personal, problemas laborales o problemas sociales.

Las personas con trastorno de personalidad generalmente no son conscientes de que su comportamiento o sus patrones de pensamiento no son adecuados, más bien piensan lo contrario, y creen que son perfectamente normales, y que son más bien los otros los que tienen algún problema. La mayoría comienza en la infancia y continúan a lo largo de la edad adulta.

Tendencia generalizada e injustificada a interpretar las acciones de los demás como deliberadamente agresivas o amenazantes. Desconfianza y sospecha de los otros de manera que sus motivos son interpretados como de mala fe

Es un comportamiento generalizado de indiferencia hacia las relaciones sociales, con déficits en la expresión de emociones. Las personas con este trastorno suelen preferir actividades solitarias.

Se trata de un patrón de conducta caracterizado por la despreocupación y violación de los derechos de los otros. Es una conducta irresponsable y antisocial que aparece por lo menos desde los 15 años y llega hasta los 18. Dificultad para mantener una conducta de trabajo constante y para respetar las normas sociales.

Comportamiento generalizado de déficits en las relaciones interpersonales y de peculiaridades a la hora de pensar, vestir y comportarse de forma excéntrica.

Pauta de inestabilidad en el estado de ánimo, relaciones interpersonales, autoimagen, afectos y control de impulsos. También rasgos característicos son la impulsividad, la ira inapropiada, la amenaza, conductas suicidas o automutilantes, sentimiento crónico de vacío o aburrimiento, grandes intentos para evitar el abandono real o imaginario.

Emocionalidad y búsqueda de atención exagerada. Solicitud de apoyo, aprobación y alabanza constante. Preocupación excesiva por su atractivo físico y seducción, a veces, de manera inapropiada. Incomodidad cuando no se es el centro de atención. Cambios rápidos en las emociones, baja tolerancia a la frustración y falta de capacidad a la hora de demorar las gratificaciones.

Pauta generalizada de grandiosidad, en conducta o en fantasía, falta de empatía e hipersensibilidad a la evaluación de los demás. Sentimientos de malestar ante las críticas.

Malestar generado en el contexto social, miedo a una evaluación negativa y timidez. Dificultad a la hora de tener amigos y solo los hace si está seguro de ser aceptado. Evitación de actividades que supongan un contacto interpersonal significativo.

Comportamiento caracterizado por tener una personalidad dependiente e inhibida. Excesiva necesidad a ser cuidado, a tener miedo a la separación. Se permite a los demás que tomen sus propias decisiones y necesita también que asuman responsabilidades en las áreas más importantes de su vida. Realiza cosas que no quiere con tal de agradar a los demás. Se siente desvalido cuando se terminan relaciones íntimas.

Es una pauta general de perfeccionismo e inflexibilidad. Es un comportamiento tendente a la preocupación con disciplina. El perfeccionismo interfiere en la ejecución de la tarea ya que hay preocupación por los detalles de una forma exagerada. Insistencia en que los demás hagan las tareas de acuerdo con sus ideas.

Resistencia pasiva a las razonadas demandas de rendimiento social y profesional. Retrasos y demoras en la ejecución de las tareas. Le sienta mal que se le pida lo que no quiere hacer y es capaz de forma deliberada a hacer las tareas de forma lenta o mal. Se resiste a las sugerencias de los demás.

Patrón de conducta cruel, vejatoria y agresiva. Utiliza crueldad física y violencia con el fin de establecer una relación dominante.

Patrón psicológico de conducta autodestructiva que empieza al principio de la edad adulta y se presenta en gran número de contextos. Puede evitar experiencias satisfactorias y dejarse arrastrar por situaciones que le puedan acarrear sufrimiento e impide que los demás le ofrezcan ayuda.

Marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias. Baja capacidad de planificación y mala aceptación de las críticas. Inestabilidad emocional y ausencia de control de impulsos.

En CIPSIA psicólogos te ayudamos a estabilizar tu personalidad y a hacer desaparecer los trastornos de personalidad que acabamos de describir. La terapia cognitivo conductual es nuestro método de trabajo que ha probado su eficacia para combatir todos estos problemas.