Los trastornos emocionales cursan con una espiral sintomatológica que aceleran la cronificación y empeoramiento sintomatológico de la persona. En el artículo de hoy tomaremos como ejemplo el trastorno depresivo para entender en qué consiste la denominada espiral emocional.
LA DEPRESIÓN A NIVEL CONDUCTUAL
Cuando nos sentimos mal, superados por nuestra situación actual o con un sentimiento de desesperanza ante lo que estamos viviendo, tendemos a paralizarnos y bloquearnos. Se puede decir que esto es una respuesta natural ya que la aparición de diferentes emociones negativas nos lleva a reducir la marcha para recomponernos, procesar la información tanto externa como interna y así poder mejorar nuestro estado general a posteriori.
Aprende qué es la resiliencia aquí.
El problema viene, entre otras cosas, cuando la aparición de estas emociones se alarga en el tiempo lo que, sumado a una incapacidad de la persona para encontrar respuestas alternativas a todo esto, hace que el estado general empeore.
Es en este momento cuando la persona se empieza a decir: “no voy a salir a pasear porque prefiero quedarme en casa”, “prefiero quedarme en la cama”, “si ya llevo una semana sin ir al gimnasio para qué voy a ir hoy”, etc.
Es aquí cuando puede empezar un problema depresivo. La espiral sintomatológica en este caso sería la siguiente: estado de ánimo negativo à no me muevo porque me encuentro mal à aumento del estado de ánimo negativo porque la percepción de nosotros mismos empeora à aumento del estado de ánimo negativo.
LA DEPRESIÓN A NIVEL PENSAMIENTO
Los pensamientos están conformados por la experiencia e historia de cada uno. Cuando el estado de ánimo negativo nos invade, las distorsiones cognitivas dominan nuestros esquemas y hacen que empeore la situación.
¿Qué son las distorsiones cognitivas?
En este sentido la espiral emocional se ve influida por los pensamientos de la siguiente manera: estado de ánimo negativo à pensamiento negativos o autodestructivos à aumento del estado de ánimo negativo à aumento del estado de ánimo negativo.
Hay que tener en cuenta, que aquí l hemos plasmado por separado los procesos conductuales y cognitivos para que se pueda entender mejor, pero la realidad es que suele ocurrir todo a la vez.
TRATAMIENTO
El tratamiento más eficaz para estos trastornos es la terapia psicológica. En CIPSIA optamos por la terapia cognitivo conductual, aunque hay diferentes vertientes de la psicología que pueden tratar estos trastornos.
En CIPSIA llevamos años tratando este tipo de trastornos con diferentes técnicas como:
- Reestructuración cognitiva.
- Modelo ABC
- Pruebas de evidencia
- Activación conductual
- Psicología positiva
Si en algún momento identificas esta sintomatología en ti o en alguien cercano, no dudes en ponerte en contacto con un profesional de la salud.
Artículo escrito por: Sergio Lozano