¿Qué es la resiliencia? ¿Alguna vez has pensado cómo es posible que algunas personas afronten situaciones realmente difíciles, que hayan podido poner en peligro incluso su vida, mientras que a ti te resulta complicado solventar problemas comunes en tu día a día? ¿Qué hacen para sacar esas fuerzas que les permite superar obstáculos casi insalvables a nuestros ojos?
Nos adentramos dentro de un nuevo concepto, que cada vez suena mas fuerte, y empieza a oírse de forma mas habitual en medios de comunicación, en el área laboral, o en nuestro entorno mas próximo . Estamos hablando de la resiliencia.
¿ Qué es la resiliencia ?
Se trata de una característica natural y universal estrechamente ligada con la supervivencia. Es la capacidad de mantener el equilibrio emocional y la estabilidad ante situaciones realmente difíciles, y conseguir salir fortalecidos e impulsados una vez que se les ha hecho frente. Por lo tanto, la idea fundamental es que las personas resilientes no solo afrontan los problemas superando todas las dificultades y soportando la carga, sino que además salen catapultados y mejorados en sus potencialidades de esa situación, mejoran en su crecimiento personal y desarrollan su mejor versión.
Características de una persona resiliente
Las características fundamentales son:
Pensamiento positivo
Ser optimistas y pensar de forma positiva es una garantía para vivir mejor, es decir, ayuda a minimizar el golpe de las desgracias y nos hace mas fuertes de cara a enfrentar el futuro con mayor determinación. Una buena forma de saber si una persona es positiva es tomar referencia a partir de cómo valora su pasado, su presente y su futuro. También el pensamiento positivo ayuda a establecer mejores vínculos personales.
– Si quieres saber más sobre creencias y pensamientos y cómo estos nos pueden influir, puedes leer nuestro artículo sobre el tema pinchan aquí.
Autoestima
Dependiendo de la valoración que hagamos de nosotros mismos nos sentiremos mejor o peor en nuestra vida. Se trata de la conciencia que tenemos de nuestras fortalezas de cara a hacer frente a las dificultades de la vida. Una buena autoestima aumenta la confianza, la ilusión por vivir y por realizar proyectos, la fuerza de voluntad y nos permite tratarnos a nosotros mismos con cariño y afecto, sabiendo perdonarnos ante los errores.
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Locus de control interno
Es la determinación para interpretar los resultados o las consecuencias directas de nuestras conductas como producto de nuestras acciones. Se puede decir que es atribuir a causas internas lo que nos ocurre, asumir la responsabilidad de nuestros actos.
Riqueza de relaciones sociales
Las personas resilientes tienden a establecer buenas vinculaciones afectivas con los demás. Sentirse unido afectuosamente a otros, aunque solo sea a una persona, permite plantearse la vida mejor que quienes no cuentan con la atención y el afecto de nadie.
Aceptación como actitud fundamental
Esto no significa vivir bajo la resignación o soportar todo en nuestras espaldas. Significa la integración “deportiva” de todo lo que nos ocurre. Para conseguir esto es preciso aceptar adecuadamente aquellas cosas sobre las que no puedo influir o cambiar. Saber aceptar nuestras limitación e incertidumbres.
Dar tiempo al crecimiento personal
Tener la paciencia y la perseverancia de cara a saber entender que nos hacemos mejores y nos superamos de forma progresiva, con el tiempo y la experiencia. Tener demasiada prisa por acortar tiempos en cuanto a nuestras metas personales no suele ayudar.
Aceptar los cambios
Todo cambia, tanto el mundo en el que vivimos como nosotros como personas. Por tanto es preciso entender nuestra vida dentro de un continuo cambio al que es preciso adaptarse.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Francisco Ortiz
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