La vuelta al trabajo en tiempos de COVID-19

A pesar de haber vivido un verano atípico, muchas personas se reincorporan en estas fechas al trabajo y a la rutina después de las vacaciones. Como otros años, aunque con algunas particularidades, la vuelta al trabajo se puede hacer pesada.

El popular Síndrome Postvacacional sería una sensación de tristeza, apatía o desmotivación ante esta vuelta a la rutina después del periodo vacacional. Se trata de algo perfectamente normal y comprensible, ya que hemos de adaptarnos de nuevo a los horarios y a la vida cotidiana. Durante las vacaciones, podemos recargar las pilas, alejarnos de los problemas del día a día y relajarnos. No obstante, también es importante disfrutar de la cotidianeidad, que al fin y al cabo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo.

A la vuelta al trabajo este año se le suma un nuevo elemento, el de la pandemia de COVID-19. Aunque ya hayamos pasado en España las fases más duras del confinamiento, la incertidumbre y los cambios laborales son un añadido al proceso de adaptación. Algunas personas vuelven a la oficina o a sus trabajos presenciales, otras retoman el teletrabajo; la “nueva normalidad” y las medidas de seguridad no dejan a nadie indiferente.

 

Cómo afrontar la vuelta al trabajo tiempos de COVID-19

  1. Planifica, pero no anticipes

Tras las vacaciones, no es poco común que se nos acumulen las tareas y nos encontremos confusos y abrumados ante el caos al que nos enfrentamos. Por eso es importante que, antes de empezar, organicemos nuestras tareas y planeemos, de manera realista, cómo y cuándo las vamos a abordar. Reajustarse y coger de nuevo el ritmo nos llevará unos días, por eso es importante tener claras las ideas a corto plazo, para empezar con buen pie y evitar agobiarnos.

Por otro lado, anticipar lo dura que será la vuelta, y la cantidad de trabajo a la que nos tendremos que enfrentar, no ayuda mucho. Darle vueltas a las cosas antes de que sucedan no suele ayudar mucho, es preferible establecer para ellas un espacio y un tiempo, para así organizarnos y abordar la situación de la mejor manera posible.

Si quieres saber más sobre la anticipación, puedes leer nuestro artículo aquí

Si quieres conocer la técnica de Parada del Pensamiento para combatir preocupaciones y anticipaciones, pincha aquí

 

  1. Empieza gradualmente, en la medida de lo posible

Como decíamos, es normal tardar un poco en volver a la rutina, por lo que, si podemos hacer la vuelta al trabajo de manera gradual, mejor que mejor. No es realista esperar dar el 100% desde el primer momento, así que es importante darnos a nosotros mismos un margen.

Empezar el trabajo a mediados de semana, o planear tareas más sencillas al principio, puede ayudarnos a retomar la rutina con más tranquilidad, si nos lo permite nuestro empleo. Combinar estas primeras semanas con actividades de ocio y con el descanso también puede hacernos la vuelta al trabajo más llevadera

 

  1. Ante la incertidumbre y el miedo

La situación de “nueva normalidad” y la posibilidad de nuevos rebrotes de COVID-19 suma una buena dosis de incertidumbre e inquietud a nuestro día a día, y también a la vuelta al trabajo. Algunas personas se incorporan al trabajo presencial o semipresencial, otras tienen que desplazarse en transporte público o trabajar con clientes. La posibilidad de contagio y de que se impongan nuevas medidas de confinamiento pueden ser fuente de miedo y ansiedad, y por ello también es importante tener las herramientas para combatir la incertidumbre.

Si quieres saber más sobre cómo afrontar la incertidumbre, puedes leer nuestro artículo aquí

Los ejercicios de relajación, el autocuidado y las actividades gratificantes, pueden reducir nuestro malestar. En todo caso, es importante saber detectar y parar el círculo vicioso entre la ansiedad y los pensamientos negativos o irreales. Informarse es importante también, sin llegar a la sobreinformación. Es necesario mantener un balance, para poder desconectar y que nuestras preocupaciones no ocupen todo nuestro espacio mental.

 

  1. Intenta buscar el lado positivo a la vuelta al trabajo

La rutina y la cotidianeidad conforman la mayoría de nuestro tiempo, así que pensar que sólo podemos ser felices durante las vacaciones puede jugar en nuestra contra. Siempre podemos incorporar a nuestro día a día hobbies, dedicar tiempo a la gente que queremos, cambiar pequeñas cosas que nos hagan la vida más amena. En resumen, hacer más agradable nuestra rutina, y saber valorar y disfrutar de los pequeños placeres. Por el contrario, hacer una separación drástica entre vacaciones y rutina, añorando las primeras y aborreciendo la segunda, no sólo nos hará infelices la mayor parte del tiempo, sino que dificultará aún más la vuelta al trabajo.

Centrarnos en las cosas que nos motivan, como ver a los compañeros de trabajo, o volver a la comodidad de la oficina tras el teletrabajo, nos hará más fáciles esos primeros días de cambio y adaptación.

 

 

 

Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Irene Serrano