Es casi imposible que en la actualidad alguien no se haya encontrado con este concepto y haya indagado en él. Todos hemos recibido alguna vez el consejo de hacer este tipo de práctica porque se supone que es beneficiosa. Efectivamente, así es. La práctica de la meditación es una herramienta muy efectiva para la reducción de algunas alteraciones psicológicas y emocionales. Hoy veremos por qué en terapia siempre se aconseja este tipo de práctica.
MEDITACIÓN
La meditación es una práctica mental y física que te ayuda a entrenar la atención y la consciencia, similar a como el ejercicio entrena el cuerpo. Su objetivo principal es calmar la mente y lograr un estado de serenidad y claridad.
Aunque existen muchos tipos de meditación, la mayoría se centra en dirigir tu atención hacia algo específico, como tu respiración, una sensación corporal, un sonido o incluso una imagen. Cuando tu mente se distrae (algo que sucede constantemente), simplemente y sin juzgar, la traes de vuelta a ese punto de enfoque.
Hablamos más sobre meditación aquí.
NEUROBIOLOGÍA DE LA MEDITACIÓN
para entender porque en terapia se aconseja tanto el uso de esta práctica, hay que saber que esto está basado en estudios científicos, los cuales demuestran a nivel neurobiológico los beneficios de ella.
La meditación, está asociada con cambios en varias regiones clave del cerebro:
- Corteza prefrontal: Esta área, responsable de la toma de decisiones, la atención y la planificación, se activa y fortalece con la meditación. Esto ayuda a mejorar la concentración y a regular las emociones.
- Amígdala: La amígdala es el centro de respuesta al miedo y el estrés. En meditadores experimentados, esta área muestra una reducción de su actividad y de su tamaño. Esto explica por qué la meditación puede ayudar a reducir la ansiedad y la reactividad emocional.
- Ínsula: Relacionada con la consciencia de las sensaciones corporales y las emociones. La meditación aumenta la actividad en esta región, lo que mejora la interocepción (la capacidad de percibir las señales internas del cuerpo).
- Hipocampo: Es una región crucial para la memoria y el aprendizaje. Se ha observado que el hipocampo tiene un mayor volumen en meditadores regulares, lo que podría estar relacionado con la mejora en la memoria y la reducción de la ansiedad.
Estas regiones conforman la red neuronal por defecto (RND), de la cual hablaremos en próximos artículos.
Cambios a nivel de neurotransmisores:
- GABA (ácido gamma-aminobutírico): Es el principal neurotransmisor inhibidor del cerebro, ayudando a calmar el sistema nervioso. La meditación aumenta los niveles de GABA, lo que reduce la ansiedad y promueve la relajación.
- Serotonina: Conocida como el neurotransmisor de la felicidad, la serotonina está implicada en el estado de ánimo, el sueño y el apetito. La meditación puede elevar sus niveles, contribuyendo a una sensación de bienestar.
- Dopamina: Aunque se la asocia con el placer, la dopamina también regula la atención. La meditación puede modular la liberación de dopamina, ayudando a mantener la concentración.
Neuroplasticidad
La capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a lo largo de la vida se conoce como neuroplasticidad. La meditación es una de las prácticas más efectivas para promoverla. Al dirigir intencionalmente la atención y calmar la mente, se fortalecen las conexiones neuronales en las áreas asociadas con la concentración y la regulación emocional, mientras se debilitan aquellas relacionadas con la divagación mental y las reacciones de estrés. En esencia, la meditación es un entrenamiento cerebral que moldea la arquitectura neuronal de una manera beneficiosa y duradera.
Aprende más sobre neuroplasticidad en este enlace.
BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN
Practicar la meditación de manera regular puede tener numerosos beneficios tanto para la mente como para el cuerpo, entre ellos:
- Reducción del estrés y la ansiedad: Al entrenar tu mente para estar más en el momento presente, disminuyes las preocupaciones sobre el pasado o el futuro.
- Mejora de la concentración y la memoria: La práctica constante de la atención plena fortalece tu capacidad para enfocarte.
- Mayor autoconocimiento: Te ayuda a observar tus pensamientos y emociones sin reaccionar de forma automática.
- Mejoría en el sueño: Un estado mental más calmado puede facilitar la conciliación del sueño.
En CIPSIA siempre tratamos de incluir herramientas basadas en evidencia científica, intentando generar el mayor cambio para la persona que acude a nuestro centro basándonos en un enfoque integrador.
Artículo escrito por: Sergio Lozano, CIPSIA psicólogos.