Unos estándares altos, inconformismo, ambición o perfeccionismo suelen ser características asociadas al éxito, tanto en la vida profesional como en la personal. Sin embargo, estas mismas características pueden ser fuente de problemas de autoestima y llevar a un gran malestar emocional que controla nuestra conducta. En este artículo se hablará sobre el perfeccionismo, su versión positiva y cómo manejar su lado negativo.
Qué es el perfeccionismo
Existen diversas definiciones para este atributo, sin embargo, la mayoría coinciden en considerarlo algo dinámico, es decir, una persona no tiene o deja de tener perfeccionismo, si no que es algo que todos experimentamos hasta cierto punto y va variando a lo largo de nuestra vida.
Por una parte, este sentimiento de perfeccionismo nos puede ayudar a conseguir nuestras metas, trabajar mejor e incluso sentirnos mejor con nosotros mismos. Puede que incluso esté muy reforzado en nuestros ambientes sociales y nos tengan en alta estima por ello. Esta parte positiva del perfeccionismo es especialmente útil cuando las consecuencias dependen en gran parte de nosotros mismos y nuestras habilidades, cuando tenemos bastante grado de control sobre las situaciones y podemos saber con facilidad qué es lo que va a pasar. Sin embargo ¿Qué pasa cuando las situaciones no dependen de nosotros o las cosas no salen como teníamos previsto?
En este vídeo puedes consultar más detalladamente qué es el perfeccionismo.
La cara negativa del perfeccionismo
Existen circunstancias y situaciones de todo tipo a lo largo de nuestra vida. No es lo mismo intentar tener un buen rendimiento profesional cuando lidiamos con una ruptura de pareja, un duelo complicado o una mala racha en nuestra vida, que cuando todas estas circunstancias se mantienen de forma positiva. Dependiendo de las circunstancias personales será más o menos beneficioso mantener un grado de perfeccionismo.
Cuando las situaciones se escapan de nuestro control y los imprevistos se alzan con la victoria, mantener estos estándares perfeccionistas puede resultar en consecuencias muy negativas para nosotros, afectando a múltiples áreas:
- Emocionales; malestar general y una fuerte sensación de ansiedad.
- Sociales; discusiones o pérdida de apoyos sociales.
- Conductuales; dejamos de lado actividades gratificantes importantes, creamos restricciones; nos enroscamos en actividades aversivas, procrastinamos, etc.
- Cognitivas; mala concentración, peor memoria y atención.
Aprender a lidiar con nuestro perfeccionismo
La principal parte negativa del perfeccionismo es la rigidez, es decir, las personas no ajustan sus estándares a las circunstancias de su vida. Esto suele provocarse por pensamientos y conductas inflexibles, que no nos permiten desarrollar otras habilidades.
Para empezar a cambiar estos aspectos tendremos que aprender a adaptarnos a las situaciones, analizar la función de nuestro perfeccionismo, preguntarnos para qué me sirve este perfeccionismo en vez de por qué lo hago o por qué soy así. Qué gano al comportarme así, qué consecuencias negativas tiene para mí y qué otras alternativas existen que puedan ayudarme mejor.
Aquí tienes más consejos sobre como superar el perfeccionismo.
Artículo escrito por: Pedro Urbina