Hoy en CIPSIA, orientamos la mirada a nuestro interior para aprender más sobre los estados del Yo.
Dentro de cada persona existe el/la niño/a que fuimos, el padre o madre que tuvimos y el adulto que somos hoy en día.
Es interesante ante cualquier proceso psicoterapéutico tener claro estos tres estados y como aparecen e influyen en nuestro día a día en la relación con uno mismo y con los demás.
¿Cuáles son los estados del Yo?
- Padre o madre interior: hace referencia a esa figura paterna o materna que sigue dentro de nosotros y sigue dando órdenes. Esa figura de Padre autoritario y rígido, o cariñoso y comprensivo, es quien en nuestra infancia y adolescencia trasladaba una serie de órdenes o mandatos. En nuestra edad adulta, sigue estando presente, en tanto que, nos exigimos el “ser fuertes”, “respetuosos”, “perfectos” … Siendo todo esto una serie de deseos paternos que no nuestros.
- Niño o niña interior: este estado hace referencia a esas reacciones basadas en las emociones, fantasías, sentimientos… en contraposición de las del estado de Padre, que hacían referencia a las pautas, actitudes… Desde la mirada adulta se puede observar como todos los mandatos que había que cumplir no eran elegidos o reales.
- Adulto: es la representación y adaptación de la persona al entorno real, en el que surgen en función de los contextos ese niño y padre interior.
¿Cómo llegar a una buena integración de los tres estados?
Es necesario que en función de cada circunstancia, permitas sacar ese niño interior que llevas dentro, tomando conciencia de las sensaciones en el juego, tiempo libre, libertad… pero por otro lado, es necesario poner esos límites del Padre, con el fin de que no se invada tu intimidad o espacio, teniendo en cuenta tus necesidades.
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Artículo escrito por: Álvaro Castilla.