Entre las distintas teorías y modelos descriptivos de la personalidad, en los últimos años ha tenido una gran aceptación el Modelo de los Cinco Grandes (también conocido como “Big Five”), que defiende la existencia de cinco grandes rasgos en la personalidad humana. Estos rasgos serían la base de la explicación de las diferencias individuales, expresadas en las distintas formas de pensar, sentir y actuar de la gente.
Los Cinco Grandes rasgos son Apertura a la experiencia (factor O), Responsabilidad (factor C), Extraversión (factor E), Amabilidad (factor A) y Estabilidad emocional (factor N).
Si quieres saber para qué sirve evaluar la personalidad, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.
Apertura a la experiencia
Muestra en qué grado la persona está dispuesta a vivir nuevas experiencias y a afrontar situaciones desconocidas. Las personas que puntúan alto en este rasgo suelen ser personas abiertas, creativas, que prefieren lo novedoso antes que lo rutinario. También suelen caracterizarse por ser curiosas, lo que les lleva a querer saber más sobre aquellas cosas que desconocen.
Por el contrario, aquellas que puntúan bajo suelen ser personas más tradicionales, que prefieren lo convencional, lo ya conocido.
Responsabilidad
Se refiere a lo comprometida que es esa persona en relación a los objetivos que se propone alcanzar, o a las acciones que debe llevar a cabo.
Puntuaciones altas en este rasgo indican organización, capacidad de concentración y disciplina. Está relacionado con una buena gestión personal.
Extraversión
Este rasgo indica la sociabilidad de la persona. Puntuaciones altas en este rasgo se relacionan con facilidad para interactuar con otras personas, y con sentirse cómodo rodeado de gente.
Lo contrario a la extraversión sería la introversión. Las personas introvertidas se caracterizan por ser más reservadas, tímidas e independientes. Suelen preferir estar solas o rodeada de personas cercanas.
Amabilidad
Hace referencia al grado en el que la persona se muestra respetuosa, tranquila y agradable en el trato con otras personas. Las personas que puntúan alto en este rasgo suelen ser sensibles y empáticas hacia los sentimientos de otras personas.
Por otro lado, las que obtienen puntuaciones bajas se caracterizan por ser personas más distantes.
Estabilidad emocional
Este grado define la forma en que la persona afronta las situaciones negativas de su vida. Las personas que puntúan bajo en este rasgo se caracterizan por ser inestables, por vivir intensamente las emociones negativas, o tener problemas de ansiedad.
Por su parte, las que puntúan alto suelen ser más tranquilas y con un buen autocontrol.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Beatriz Cerezo