CELOS INFANTILES: entenderlos y manejarlos adecuadamente

En esta entrada del blog queremos centrarnos en los más pequeños. Vamos a abordar una de las conductas más frecuentes en el desarrollo evolutivo infantil: los celos. Este es un escenario en que gran parte de los padres se van a encontrar si tienen más de un hijo. Por lo que consideramos fundamental entender por qué surgen los celos, qué lleva a que desaparezcan o se prolonguen en el tiempo y cómo manejarlos.

 

Los celos infantiles ¿siempre son patológicos?

La primera cuestión que nos gustaría aclarar es que los celos, al igual que otras conductas que producen malestar o incomodidad, no tienen por qué ser necesariamente malos. Podemos hablar de dos tipos de celos: los celos positivos y los celos negativos.

Según Juan Manuel Ortigosa, los celos son una reacción adaptativa transitoria, que surge como respuesta a una alteración en la dinámica familiar. Esto quiere decir que, fruto de los cambios en las relaciones familiares, por la llegada de un nuevo miembro, se producen cambios en las respuestas emocionales y comportamentales.

Los celos engloban ambos tipos de respuesta, la emocional y la motora. Por una parte, el niño experimenta estrés, y por otra, desarrolla conductas encaminadas a restablecer la situación pasada.

Podríamos decir entonces que los celos, al igual que todas las conductas cumplen una función. En el caso de los celos esta consiste en recuperar la atención cuidados y cariños que los padres dispensan. En este sentido, podríamos hablar de celos positivos.

 

¿Cuándo son patológicos los celos infantiles?

Uno de los principales factores para valorar cuando los celos son negativos o patológicos es la duración. Cuando los celos pasan de ser una reacción puntual y adaptativa a prolongarse en el tiempo.

Uno de los factores más determinantes para favorecer la duración de las conductas celotípicas tiene que ver con el comportamiento de los padres. Algunas de las conductas que realizan los padres que dificultan la superación de los celos son:

 

Comparaciones entre los hermanos

Lo que tiene una repercusión negativa sobre la autoestima del niño que sale perdiendo en la comparación. Ya que en lugar de valorar sus características e identidad únicas, se considera que hay un único modelo a seguir. Además, en lugar de entender las circunstancias que rodean a sus diferencias, se les juzga y etiqueta.

Todo esto va a influir negativamente en su autoestima

 

Atención al hermano menor muy acentuada

Esto no solo priva al hermano mayor de cariño, y cuidados, que son altamente satisfactorios. Sino que además tiene el efecto somete a un proceso de extinción de las conductas adecuadas que el niño realiza. En lugar de obtener reconocimiento por sus aprendizajes y esfuerzos es ignorado y ninguneado.

 

Mayor exigencia al hermano mayor

Se pasa de la permisividad y tolerancia con que antes se trataba al niño, a exigir un funcionamiento más maduro de forma repentina.

 

Refuerzo de conductas celotípicas

Sumado a todo lo anterior, se presta atención únicamente a las conductas inadecuadas/celotípicas del niño. Las conductas de colaboración, avance en el proceso de autonomía y aprendizaje, etc., son ignoradas e incluso castigadas por los padres. Por lo que puede darse la aparición espontánea de conductas regresivas, agresivas, etc., que si son reforzadas por los padres con atención, contribuirá al mantenimiento de tales conductas.

 

Tipos de conductas celotípicas

En cada caso las conductas celotípicas variarán, pues depende de la interacción que se da entre el niño y los padres. Sin embargo, hay algunos patrones de conducta que suelen ser característicos en estas situaciones. Veamos algunos de ellos:

  • Desobediencia u oposición
  • Lo que suele estar relacionado con una bajada de autoestima.
  • Llanto
  • Cambios en el ritmo del sueño y de la conducta alimentaria
  • Conductas molestas hacia el bebé
  • Agresividad
  • Conductas evolutivamente inapropiadas. Como puede ser habla infantil, pérdida de control de esfínteres, volver a usar el chupete, pedir que se le dé de comer o se le coja en brazos…

 

Cómo ayudar a tu hijo a superar los celos

Una idea fundamental para ayudar a que los celos se produzcan de forma transitoria en el comportamiento de tu hijo, tiene que ver con ayudarle a encontrar un nuevo espacio dentro de la dinámica familiar.

  • Valora lo que aporta, su identidad, y continúa atendiendo sus necesidades.
  • Atiende a la relación que tienes con él y trata de mejorarla.
  • Ayúdale a pedir lo que necesita de forma adecuada. De modo que fomentarás también sus habilidades sociales
  • Refuerza aquellas conductas adecuadas que manifiesta y extingue aquellas celotípicas.

 

Si quieres saber más sobre cómo manejarte con los celos que manifiesta tu hijo puedes leer también este otro artículo

 

En CIPSIA Psicólogos somos expertos en ayudarte con los problemas que surgen en las relaciones familiares. Si deseas recibir ayuda por este u otro motivo, no dudes en contactarnos.

 

Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García

 

*Bibliografía consultada: El niño celoso. Juan Manuel Ortigosa Quiles. Ediciones Pirámide.