Podría definirse el humor como cualquier estímulo que pueda provocar la reacción de la risa. De tal manera, el sentido del humor sería la capacidad de estimular la risa. Tanto la risa, como el humor, han sido estudiados a lo largo del tiempo por muchos autores y científicos. Han sido muchas las disciplinas que se han centrado en su estudio, pasando desde la psicología, sociología, antropología, medicina, etc. No existe un acuerdo entre todas las disciplinas sobre cuales son los contenidos humorísticos que pueden causar la risa, posiblemente esté relacionado con la personalidad de cada individuo, las claves de lenguaje verbal y no verbal, la actitud, la temática tratada, y otras variables más que puedan incidir. Todos tenemos la capacidad de la risa, pero no todos tenemos la capacidad de reírnos de la misma manera de todo lo que nos rodea. Para ello debemos dar juego al sentido del humor que cada uno hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida. Es preciso activar ese sentido del humor que nos hace sentir una emoción positiva muy placentera que viene acompañada de un gran alboroto sonoro y gestual al que denominamos risa. Por tanto, el sentido del humor es una cualidad con la que nacemos tanto a nivel somático como cerebral, sólo nos queda utilizarlo.
La risa
La risa es una emoción positiva que lleva pareja una sensación subjetiva de placer además de expresiones faciales, corporales y vocales muy idiosincráticas de cada persona que ponen en juego distintos músculos de la cara y del resto del cuerpo activando diferentes circuitos neuroquímicos. El gesto de la risa es algo involuntario, difícilmente controlable. Es una emoción innata y universal.
Carácter social
Normalmente solemos reír en compañía. Es raro hacerlo si estamos solos. Suele hacer falta para poder reírse rodearse de personas. Hay una serie de factores que facilitan la risa, como pueden ser la cercanía física, el cara a cara con otra persona, la idea de pertenencia a algo común, la cultura, los intereses. Es muy habitual el deseo de compartir cosas que nos han resultado graciosas o que han suscitado nuestra risa. Necesitamos hasta cierto punto compartir ese momento. La risa de una persona puede animar fácilmente a otra a reírse. Muchas veces nos damos cuenta que la risa puede ser contagiosa.
Efectos de la risa
Se han realizado numerosos estudios sobre los efectos que provoca la risa y el sentido del humor en las personas. Se han barajado efectos tanto a nivel fisiológico, como psicológico y social. Existe la creencia extendida socialmente de que la risa es sana, y que siempre es buena para rebajar tensión o situaciones hostiles. Si tuviéramos que destacar los efectos mas positivos de la risa remarcaríamos los siguientes:
Placer
La risa genera una de las experiencias mas agradables que puede tener una persona. La risa activa el sistema mesolímbico dopaminérgico (igual que el orgasmo sexual). Se trata de un sistema de recompensas relativo al placer.
Superación de las dificultades
El humor es una de las mejores formas de afrontar las dificultades y superarlas. Ejerce efecto de amortiguación del dolor, de relativización de los males y las dificultades que nos ayuda a continuar adelante. Esta comprobado que el humor es efectivo, y por tanto una herramienta eficaz para afrontar los problemas. Se relaciona con la resiliencia y es una de las 26 fortalezas (según la psicología positiva) del ser humano. Incluso se ha desarrollado una escala psicológica para evaluar el humor de las personas. La escala es el Coping Humor Scale o escala de afrontamiento con humor. Esta escala es auto-evaluativa y da como resultado una puntuación que tiene por objeto medir la capacidad de afrontar situaciones estresantes, en las cuales el humor puede tener un papel determinante. Si quieres saber más sobre la Psicología Positiva, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Salud
El sentido del humor tiene efectos de cara a mejorar el estado de ánimo y por tanto puede ayudarnos a mejorar en algunos cuadros psicológicos y superar los problemas. También puede favorecer la prevención de problemas psicológicos o incluso la capacidad de combatirlos. Desde el punto de vista psicoterapéutico no es efectivo cualquier tipo de humor, sólo resulta adecuado el estilo humorístico positivo. Es importante señalar el papel de la risa en el control del estrés crónico.
Analgésico
Se ha comprobado que el humor aumenta la tolerancia al dolor físico y tiene un efecto analgésico.
Motivación
Cualquier actividad o aprendizaje que incluya el humor va a mejorar la motivación de la persona, por tanto es probable que también mejore el rendimiento.
Creatividad
El humor aumenta y mejora la creatividad, ya que fomenta una mayor flexibilidad mental. Si quieres saber más sobre la flexibilidad mental, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Comunicación
El humor desempeña un importante papel en la comunicación entre las personas. Permite ganarse la atención del público, acorta las distancias, estimula la memoria y reduce el impacto negativo de las dificultades y los problemas.
Defensa
En ocasiones el humor puede ser muy útil para defenderse de personas agresivas que atentan contra nuestros derechos o contra nuestra expresión de ideas o emociones.
El sentido del humor como fortaleza
Como hemos dicho en la introducción, el humor es una de las 26 fortalezas que poseemos las personas. Todas estas fortalezas las podemos tener demasiado presentes, presentes de manera equilibrada (lo recomendable), o poco presentes. Tener la fortaleza del humor presente, y equilibrada, va a ayudarnos a reforzar nuestra autoestima. Se puede conocer el estado de nuestras fortalezas a partir de la realización de test de fortalezas. Las personas que tienen equilibrada la fortaleza del humor intentan, en la medida de lo posible, quedarse con el lado divertido de las cosas y buscan sentirse alegres y con ilusión ante las circunstancias que se le presentan. Las personas con esta fortaleza poco presente no dan importancia al humor o piensan que no les sirve para nada ponerlo en práctica, por lo que suelen mostrarse con seriedad. También pueden sentirse incómodos si se sienten forzados a poner en juego el humor por considerar que no es adecuado, o que no disponen de las habilidades suficientes.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Francisco Ortiz