A pesar de ser un invento muy reciente, el Internet se extiende ya a prácticamente todos los ámbitos de nuestras vidas. Desde modificar el modo en el que nos comunicamos, hasta darnos acceso a una cantidad inimaginable de información en sólo unos segundos, esta herramienta tan potente podría tener importantes efectos en nuestra psique.
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Los efectos de las nuevas tecnologías sobre nuestra mente
Quizá el cambio más significativo que ha aportado Internet ala Historia de la Humanidad es el acceso casi ilimitado a la información. No en vano, a esta nueva era se la conoce como la Era de la Información.
Hasta la invención de Internet, la información tenía que almacenarse en libros, y su búsqueda era costosa, por lo que gran parte de los datos debían memorizarse para poder ser utilizados. Hoy día, sin embargo, toda la información está al alcance de nuestra mano, por lo que se reduce la necesidad de memorizar información. En el libro Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?, el escritor Nicholas Carr habla sobre el efecto negativo que tienen las redes sobre nuestra atención y nuestra memoria.
Atención sostenida vs atención dividida
Por un lado, la atención sostenida se desarrolla mediante el uso de herramientas culturales como la lectura y la escritura, que son cognitivamente demandantes y que requieren de una larga instrucción. La atención sostenida permite el procesamiento profundo de la información, y posibilita procesos como la creatividad, al permitir la conexión de ideas.
Por otra parte, la llegada de Internet supone un modo de funcionamiento atencional muy distinto: la multitarea o atención dividida. Al navegar por Internet, estamos expuestos a información de múltiples fuentes (notificaciones, mensajes, anuncios, vínculos a otras páginas web, etc.). Dado que nuestro cerebro tiene tendencia a prestarle atención a la información nueva, todos estos estímulos nos distraen y dificultan la atención sostenida. Con un uso frecuente de Internet y con la exposición constante a estas múltiples distracciones, el modo atencional por defecto pasa a ser el de saltar de estímulo en estímulo, dificultando el procesamiento profundo.
Memoria y creatividad

En cuanto a los procesos de memoria, el uso de internet y la dificultad de mantener el foco de atención, tiene también consecuencias. Este salto del foco atencional hace que sea muy difícil conectar la información que recibimos en un momento (Memoria a Corto Plazo) con la Memoria a Largo Plazo, que almacena nuestro conocimiento previo. Esta falta de conexión de ideas hace que la información no se retenga, y no se transfiera a nuestro almacén de conocimientos. Es por ello que este modo atencional basado en la distracción impide el proceso creativo, ya que no establecemos conexiones entre la información y de esta manera no podemos llegar al momento Eureka o insight que caracteriza el logro creativo.
El caso de la adicción a Internet
Un caso extremo a este respecto nos lo encontramos en la adicción a Internet. Al igual que en el resto de adicciones, la conducta problemática (en este caso, navegar en la web) reconfigura las redes neuronales, y “desactiva” la fuerza de voluntad y las funciones ejecutivas (planificación, atención, manejo emocional, etc.).
Navegar por Internet y encontrar información novedosa es reforzante por sí mismo, y constituye una forma de entretenimiento fácil y poco costosa, pues no requiere mucho esfuerzo mental. De esta forma, al igual que en el caso de las drogas, el Internet puede despertar el deseo de seguir “consumiendo”, y con el paso del tiempo, ello puede llevar a la adicción. Todo esto no significa que baste con usar Internet para volvernos adictos, pero sí nos da una pista sobre la magnitud del efecto de las redes sobre nuestro funcionamiento cognitivo.
– Si quieres saber más sobre el porqué de las adicciones, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Irene Serrano