La autoestima es un factor muy importante que influye en la calidad de vida y el bienestar de una persona. Además, también funciona como factor protector ante el desarrollo de algunos problemas psicológicos. Cuando una persona tiene problemas de autoestima, es más probable que desarrolle problemas psicológicos como la depresión, trastornos alimenticios, problemas de ansiedad, etc. Por ello, en el artículo de hoy hablaremos sobre la autoestima y os daremos algunas estrategias para mejorarla.
¿Qué es la autoestima?
Antes de ver las estrategias que nos van a ayudar a mejorar nuestra autoestima, es necesario comprender a qué hace referencia este concepto tan empleado en psicología. Así, la autoestima se define como el conjunto de valoraciones que hace una persona sobre sus cualidades y defectos. Es decir, es la valoración subjetiva que realizamos sobre nosotros mismos, incluyendo nuestra forma ser, nuestro físico, nuestros comportamientos, etc. Dentro de esta valoración, tienen un gran peso los pensamientos ya que son los mensajes que nos decimos a nosotros mismos, aunque también son importantes las emociones y las conductas.
A lo largo de la historia de la psicología, se ha incluido la autoestima en diferentes teorías que buscan explicar el funcionamiento de la mente humana. Una de las más populares es la teoría de Abraham Maslow que realizó una jerarquía de las necesidades humanas en forma de pirámide. En uno de los niveles de esta pirámide, se encuentra la autoestima.
– Si quieres saber más sobre la pirámide de Maslow, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Además, tener buena autoestima es un factor protector ante el desarrollo de problemas psicológicos como la depresión y los trastornos de la alimentación. También, además de actuar como factor protector, tiene una influencia negativa en el desarrollo de estos problemas.
4 estrategias para mejorar la autoestima
Cuida tus pensamientos
Una de las estrategias que más nos va a ayudar a mejorar la autoestima es trabajar sobre nuestros pensamientos. Como hemos visto en párrafos anteriores, los pensamientos tienen una gran importancia en la articulación de nuestra autoestima por lo que si aprendemos a controlarlos mejorará.
La primera forma en que tenemos que trabajar con nuestros pensamientos es evitando los pensamientos negativos hacia nosotros mismos. Por un lado, es necesario que trabajemos por tener pensamientos más amables con nosotros mismos y con un lenguaje menos exigente. Por ejemplo, cambiar los “tengo que” por “preferiría..” o los pensamientos de “todo o nada”. Además, es necesario reducir la frecuencia de estos pensamientos. Para ello, una buena estrategia puede ser asignar una señal de alarma mental ante estos pensamientos. Cuando esta señal aparezca, dirigiremos nuestra atención ante una tarea distractora.
– Si quieres saber más sobre cómo influyen los pensamientos o creencias en nuestros problemas, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.
Ponte metas realistas
Para mejorar la autoestima, es necesario que a la hora de fijarnos objetivos en las áreas importantes de nuestra vida seamos realistas. Si nos fijamos metas que o bien por tiempo, por cantidad de trabajo que conlleva, etc., no vamos a poder realizar, va a hacer que nos frustremos y que sintamos que hemos fracasado al no cumplir con nuestra meta. Por ello, si analizamos cuáles son nuestras posibilidades y el tiempo que realmente podemos dedicar a cada objetivo que nos pongamos en las diferentes áreas de nuestra vida es más probable que alcancemos nuestras metas. El alcanzar nuestras metas va a producir que nos sintamos realizados y que tengamos pensamientos positivos debido al logro completado. Además alcanzar nuestros objetivos también va a producir emociones positivas, con lo que mejorará nuestro estado de ánimo y será más probable que tengamos pensamientos positivos.
Acepta los fracasos y realiza críticas constructivas
Los fracasos y los errores forman parte de la vida, y es necesario que aprendamos a aceptarlos y a vivirlos de una forma natural para mejorar la autoestima. Si cuando cometemos un error o no conseguimos un objetivo que nos hemos marcado, lo analizamos echándonos la culpa y atribuyendo a una falta de capacidad o cualidades sin la posibilidad de mejorar, influirá negativamente en nuestra autoestima. Para que los fallos no supongan un problema, es necesario que los entendamos de forma positiva para aprender y mejorar. Además, si cometemos un fallo no lo atribuimos a algo inherente a nosotros, sino que lo tomamos como algo puntual no hará tanto daño a nuestra autoestima.
Dedícate tiempo
Por último, para tener mejorar la autoestima es necesario que nos dediquemos tiempo a nosotros mismos. Si tenemos un ritmo de vida en el que estamos continuamente trabajando sin poder dedicarnos tiempo, es más fácil que nos dejemos llevar por el estrés y sintamos que “no podemos con todo”. Cuando esto sucede, la autoestima se puede ver afectada. Por ello, es importante que al menos un rato cada día lo dediquemos a realizar actividades que nos satisfagan y motiven. De esta forma evitaremos dejarnos llevar por el estrés, fomentaremos las emociones positivas y tendremos tiempo de fomentar habilidades y actividades en las que somos buenos y disfrutamos.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán
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