Parada de pensamiento
¿Cuántas veces has tenido algún pensamiento negativo que no podías dejar de tener presente? ¿Sabías cómo pararlo? ¿Volvía cuando por fin conseguías pensar en otra cosa? Es frecuente que en situaciones que nos generan ansiedad, nos suponen algún tipo de dificultad o nos enfrentan a aspectos de nuestra vida que nos preocupan, surjan pensamientos negativos recurrentes a los que no sabemos cómo hacer frente.
– Si quieres saber más sobre cómo influyen nuestros pensamientos o creencias en los problemas psicológicos, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Cómo gestionarlos o detenerlos se convierte entonces en una idea que ronda de igual forma nuestra cabeza. Ante este problema existe una técnica que nos puede servir de ayuda a la hora de enfrentarlo: la parada de pensamiento.
La parada del pensamiento es una técnica que fue inventada por Bain en la década de 1920, y que posteriormente Wolpe adaptó a finales de la década de 1950.
Se trata de una técnica de autocontrol cuyo objetivo es evitar aquellos pensamientos que nos generan malestar y que se repiten de forma sistemática en nuestro pensamiento, sin que nos ayuden a encontrar una solución real y pudiendo llegar a afectar nuestro estado de ánimo.
Para que esta técnica sea eficaz requiere de un entrenamiento previo, y aunque inicialmente suponga un gran esfuerzo, a medida que se realice se irá automatizando y será más fácil de llevar a cabo.
La parada de pensamiento en 4 pasos:
- Identificación del pensamiento perturbador: en primer lugar debes identificar y conocer en qué consiste esa idea recurrente que te afecta negativamente. Si existen más pensamientos de este tipo deberás comenzar por aquellos que sean menos dañinos.
- Focalización de la atención en ese pensamiento: ahora deberás cerrar los ojos y recrear imaginariamente una situación cotidiana en la que surja ese pensamiento, dejar que fluya y verbalizarlo en voz alta. Piensa en ese momento teniendo en cuenta cada detalle, déjate llevar por ese pensamiento.
- Interrupción del pensamiento: en este momento deberás interrumpir el pensamiento con un ¡Basta!, ¡Stop! o cualquier señal de detención acompañada de un golpe en la mesa o una palmada. Las primeras veces te será de ayuda utilizar una alarma. Prográmala para que suene pasados dos minutos y realiza entonces la interrupción. A medida que lleves a cabo la técnica deberás ir sustituyendo esta señal por otra más sutil, que puedas llevar a cabo en público si fuera necesario (apretar el puño, un pellizco, tirar de una goma que lleves en la muñeca…)
- Sustitución del pensamiento: por último deberás sustituir este pensamiento por otras ideas positivas que te resulten creíbles y te ayuden así a cambiar la sensación de negatividad que te causaba el pensamiento que querías detener.
¿Para qué es útil esta técnica?
Se trata de una técnica muy eficaz que suele utilizarse en diferentes tratamientos, como puede ser ante problemas de ansiedad, obsesiones o fobias, pero que puede resultar muy útil en la vida cotidiana, ya que todos en algún momento sufrimos este tipo de pensamientos intrusivos por uno u otro motivo.
Por ello, conocer y saber usar esta técnica mejorará nuestra calidad de vida y nos permitirá afrontar situaciones estresantes estando más preparados para ello.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Beatriz Cerezo