¿Por qué enganchan tanto los juegos de azar?

Los juegos de azar se han convertido en una actividad cada vez más popular en los últimos años. Atrayendo a población de distintos grupos de edad, incluso a los más jóvenes. Además, la diversidad de formas de juegos de azar (ruleta, apuestas deportivas, juegos de cartas con dinero etc.), facilita la identificación con alguno de ellos. Por otra parte, la proliferación de casas de apuestas y la normalización en la sociedad de este tipo de juegos contribuye a que se incremente el número de jugadores.

El potencial adictivo de estos juegos es muy alto, lo que en interacción con ciertas características personales de los jugadores puede dar lugar a un trastorno del control de impulsos, conocido como ludopatía.

– Si quieres saber más sobre las nuevas adicciones, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí

 

https://www.cipsiapsicologos.com/blog/ludopatia/

Pese a lo inexplicable que puede resultar para algunas personas el enganche a este tipo de juego, hay una serie de razones que dan cuenta de su potencial  adictivo y que conviene conocer.

 

Aprendizaje instrumental

Para dar cuenta del desarrollo de la conducta de adicción al juego, es necesario primero que entendamos cómo se aprende a realizar una conducta.

Para ello, empezaremos por definir qué es el aprendizaje instrumental. Es una forma de aprendizaje en base a las consecuencias que siguen a la conducta. Según sean estas, se incrementará o disminuirá la ocurrencia futura de la conducta.

Dentro de este tipo de aprendizaje por consecuencias, se encuentra el fenómeno del refuerzo positivo:

El refuerzo positivo es un procesopor el cual cuando a una conducta le sigue la obtención de una consecuencia positiva tiende a incrementar su frecuencia futura. Por ejemplo, si queremos beber agua, y al accionar el grifo, de este sale agua, esta consecuencia está reforzando nuestra acción de manipular el grifo.

Sin embargo, cuando a una conducta le deja de seguir la consecuencia deseada, esta deja de tener lugar. A esto se le llama extinción. Continuando con el caso anterior, si por algún motivo al abrir el grifo no obtenemos agua, y así en sucesivas ocasiones, dejaremos gradualmente de repetir la conducta y
buscaremos otra forma de obtener agua.

Entonces, si habitualmente con los juegos de apuestas se pierde en más ocasiones de las que se gana ¿por qué no se extingue la conducta de juego?

En este punto entra en juego el refuerzo positivo intermitente.

 

¿Qué es el refuerzo intermitente o refuerzo parcial?

Consiste en un tipo de programa en el cual el refuerzo en lugar de obtenerse de manera continua (cada vez que se ejecuta una conducta se obtiene la consecuencia deseada) el refuerzo se obtiene de manera ocasional. Tan solo unas pocas veces, de todas aquellas en que se emite la conducta, se logra el ansiado reforzador.

La consecuencia de ser sometido a esta forma de refuerzo es el aprendizaje de la persistencia en la conducta.

Existen dos tipos de programas de refuerzo intermitente: programas de razón y programas de intervalo.

 

  • En los programas de razón es necesario la realización de un determinado número de respuestas para obtener el reforzador. Este sería el caso de los juegos de azar.

 

  • Los programas de intervalo, en cambio, requieren que pase un periodo de tiempo concreto para obtener el refuerzo.

Además, estos dos programas pueden seguir una razón o intervalo fijo o variable. Cuando es un programa fijo se puede predecir cuándo se obtendrá el reforzador. Cuando el programa es variable el tiempo o número de veces que hay que emitir la conducta hasta obtener el reforzador varía en cada ocasión.

El modo en que funcionan los juegos de azar tiene como base los programas de razón variable. Esto es, para obtener el reforzador es necesario realizar la conducta de apostar un número concreto de ocasiones, que varían cada vez. Por lo que se entrena la persistencia en la conducta de juego.

Vamos a verlo más detenidamente en el siguiente apartado.

 

¿Cómo influye en el jugador este programa de refuerzo?

 

Los programas de refuerzo intermitente son claves en la ludopatía, porque hacen que la persona persista a pesar de no obtener premio

La investigación demuestra cómo afectan los programas de refuerzo intermitente al desarrollo de la conducta. Algunas conclusiones relevantes son:

1. Los programas de razón generan tasas más altas de conducta que los programas en que hay refuerzo continuo.   

Si lo trasladamos al juego, esto explica por qué los jugadores desarrollan la conducta compulsiva. Una conducta compulsiva no es más que la realización repetitiva de un mismo patrón de conducta. Los jugadores
juegan una y otra vez.

2. Los programas variables (cuando no puedes predecir cuándo obtendrás el refuerzo) no producen pausas post refuerzo. Tras obtener el reforzador no hay descanso.

Este fenómeno se observa en los jugadores, cuando, tras conseguir un premio no se dan por satisfechos y siguen jugando con la misma intensidad.

3. Los programas de refuerzo intermitente producen mayor resistencia a la extinción. Está demostrado que, aunque parezca paradójico, cuanto menor ha sido la frecuencia de refuerzo más resistente a la extinción es la conducta.

Es decir, cuantas menos veces gana una persona, si los premios están convenientemente “salteados”, ésta continuará insistiendo en
jugar.

Estas son algunos de los mecanismos que explican por qué los juegos resultan tan adictivos. No obstante, hay muchas más razones que explican el enganche en los jugadores. Algunas de ellas tienen que ver con el estilo de pensamiento y las distorsiones cognitivas de los jugadores.

Más adelante, en futuras entradas del blog profundizaremos sobre estas cuestiones.

En CIPSIA Psicólogos somos expertos en intervenir en este y en otro tipo de problemas. Si necesitas ayuda no dudes en contactarnos.

*Bibliografía consultada: Aprendizaje asociativo. Principios y aplicaciones. Manuel Froufe.

Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García