Una de las consultas más habituales en la psicoterapia son los problemas de ansiedad, dentro de los cuáles se incluyen las fobias. Los miedos o fobias se definen como un miedo intenso y desproporcionado ante una situación o estímulo concreto. Cualquier situación o estímulo puede convertirse en fóbico. Sin embargo, hay determinados estímulos o situaciones que suelen generar más comunmente problemas fóbicos. Entre estas fobias más comunes se encuentran el miedo a las alturas, el miedo a determinados animales o el miedo a la sangre. En el artículo de hoy hablaremos sobre el miedo a la sangre o hematofobia.
– Si quieres saber más sobre las fobias más habituales, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Miedo a la sangre: ¿qué es?
Como decíamos al comienzo de este artículo, las fobias o miedos son unos problemas psicológicos que se caracterizan por la presencia de un miedo intenso y desproporcionado a una situación o estímulo concreto. En el caso de la fobia o miedo a la sangre, el estímulo concreto que genera esta reacción de miedo intenso es la sangre. Las situaciones que generan este miedo son todas las relacionadas con la sangre como puede ser: heridas, cortes, jeringuillas, etc.
Para comprender mejor en qué consiste el miedo a la sangre, a continuación vamos a explicar los síntomas principales de esta fobia.
Síntomas
Para explicar las principales manifestaciones de este problema psicológico, los vamos a clasificar según al nivel de respuesta a que pertenezcan. Estos niveles de respuesta serían: el nivel cognitivo (nuestros pensamientos), el nivel conductual (las acciones que realizamos) y el nivel emocional (lo que sentimos).
- Cognitivo: en este nivel de respuesta destacan los pensamientos anticipatorios que generan ansiedad. Es decir, aquellos pensamientos que anticipan la posibilidad de encontrarse con estímulos y situaciones relacionados con la sangre. Además de los pensamientos anticipatorios, destacan los pensamientos sobre la incapacidad de la persona para afrontar esta situación.
- Conductual: en el nivel comportamental de respuesta,las conductas principales son las de evitación y escape. Estas conductas tienen el objetivo de huir de la situación temida (escape) y de evitar pasar por ella cuando se prevé su ocurrencia (evitación). Además, también es habitual que aparezcan conductas de seguridad que tienen el objetivo de reducir la ansiedad.
- Emocional: por último, en el nivel emocional destaca la respuesta de miedo intenso ante la situación. En concreto en el miedo a la sangre esta respuesta se produce de forma bifásica, en la cual se produce una subida del nivel de activación que al poco tiempo bajará de forma drástica pudiendo producir desmayos.
Consecuencias
Al igual que otros problemas psicológicos como pueden ser la depresión o los problemas de autocontrol, las fobias y en concreto el miedo a la sangre también generan consecuencias en las áreas más importantes de la vida de las personas. Una de las áreas donde el miedo a la sangre produce unas mayores consecuencias es en el área de la salud. Cuando una persona tiene este problema, suele evitar acudir a realizarse análisis de sangre e incluso, en los casos más extremos, evita acudir a cualquier centro de salud. Esto hace que la persona no pueda llevar un buen cuidado de su salud, deteriorando esa área de su vida.
Otra área donde también se suelen observar consecuencias es en el área personal, sobre todo en lo referente a la autoestima. Esto se produce debido a la falta de afrontamiento que observan de estas situaciones y a la poca confianza que tienen en poder enfrentarse a estas situaciones.
¿Cómo se puede solucionar? Tratamiento
Por último, tras analizar en qué consiste el miedo a la sangre y las consecuencias que genera es importante hablar de cómo solucionar esta situación. En cuanto al tratamiento se refiere, la terapia cognitivo-conductual es una de las que más eficacia ha demostrado. Los objetivos principales ante el miedo a la sangre serían: rebajar el nivel de activación con una técnica de relajación, eliminar la reacción de miedo ante los estímulos relacionados con la sangre, dotar de herramientas a la persona para que afronte los distintos retos y restaurar las áreas que se han visto afectadas.
Si crees que tú o alguna persona de tu entorno tiene miedo a la sangre o alguna otra fobia que le impide llevar una vida normal, no dudes en contactar con nosotros pinchando aquí. En CIPSIA Psicólogos contamos con un equipo de profesionales que podrán ayudarte a resolver este problema.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán