Los mitos de la ansiedad

Como ya hemos expuesto en otros artículos, la ansiedad es un trastorno conocido a nivel general, ya que cada vez estamos más familiarizados con él. Desde CIPSIA intentamos dar a conocer los procesos subyacentes a este trastorno, para que las personas tengan cada vez más claro en qué consiste. Por eso hoy, intentaremos desmontar los mitos de la ansiedad.

MITOS DE LA ANSIEDAD SOBRE SUS CONSECUENCIAS

  • Ataque al corazón

 Si nos encontramos en pleno ataque de ansiedad, las palpitaciones y taquicardia experimentadas pueden llevarnos a pensar que uno va a sufrir un ataque al corazón. Estos síntomas son parte normal de la respuesta de emergencia del organismo.

La sintomatología entre un trastorno cardíaco y un ataque de ansiedad es parecida. Una de las principales diferencias es que, en el ataque de ansiedad, esta sintomatología puede producirse en reposo, mucho después de la activación fisiológica, pero en el trastorno cardíaco esta sintomatología desaparece en reposo.

Para que se produzca un daño cardíaco deben de darse varios factores, por lo tanto, en el ataque de ansiedad, estrés o pánico, no se provocará un ataque cardíaco.

  • Pérdida de control

Cuando se experimenta un ataque de ansiedad, algunas personas creen que van a perder el control. El significado de esto puede ser quedarse totalmente paralizado, hacer cosas ridículas o extrañas, correr sin rumbo, agredir a otros. Sin embargo, esta sensación de pérdida de control no se corresponde con la ansiedad.

Ante una crisis de ansiedad, en el peor de los casos, la gente escapa hacia un sitio más seguro, lo cual no es una pérdida de control. Hay que recordar que la ansiedad es una respuesta que prepara al organismo para la lucha o huida.

  • Desmayarse

La probabilidad de que ocurra esto en un ataque de ansiedad es mínima. Normalmente es más el miedo a experimentarlo lo que provoca esa sensación, que los procesos fisiológicos que llevan a ello.

Sencillamente, como parte de la respuesta de emergencia (lucha-huida), el corazón bombea más sangre a las extremidades y relativamente menos al cerebro, de ahí la sensación de mareo.

En el único caso que si suele haber desmayos es en la fobia a la sangre, ya que se produce por una respuesta bifásica rápida.

  • Asfixia

En un ataque de ansiedad es frecuente que se incremente el ritmo de la respiración. Esto está relacionado que lo que ya hemos dicho. Al producirse una respuesta de emergencia en la que se bombea sangre de manera más contundente, se demanda más oxígeno de lo normal. El problema es que, en la actualidad, rara vez necesitamos huir o luchar, pues son otros los motivos los que generan ansiedad.

Aprende cómo funciona la fisiología de la ansiedad en este enlace.

Al no compensar este exceso de oxigenación con un esfuerzo físico, se produce hiperventilación y surge el efecto de sensación de falta de aire.

  • Volverse loco

En los ataques de pánico, ansiedad o estrés, ciertos síntomas como la sensación de irrealidad, visión borrosa, confusión y otros, pueden conducir a pensar que uno se va a ‘volver loco’. Estos son síntomas comunes de una reacción de emergencia en base a todo lo que ya hemos comentado.

Sin embargo, para experimentar o desarrollar un trastorno de otra índole, deben de darse factores genéticos, personales y ambientales y un desarrollo paulatino de este. No se puede padecer un trastorno mental (ej. Esquizofrenia) de la noche a la mañana, sin embargo, si se puede experimentar un ataque de ansiedad de manera súbita.

RESUMEN

Los problemas de ansiedad pueden llevar a pensamientos catastrofistas basados en las sensaciones físicas, emocionales y cognitivas que nos hace sentir. Como se puede observar estos pensamientos nada tienen que ver con la realidad. Cuanto más conozcamos este trastorno, más podremos desmontar los mitos de la ansiedad y más podremos controlar las respuestas irracionales que emitimos ante él.

Artículo escrito por: Sergio Lozano.