Según la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) un delirio es “una falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa, que es firmemente sostenida, a pesar de que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario”. Por lo tanto, los delirios son creencias irracionales mantenidas firmemente a pesar de la ausencia de una base que demuestre su veracidad.
El delirio persecutorio se explica así como la falsa creencia de ser seguido, espiado, atormentado o vigilado por una o varias personas. Este tipo de delirio puede generar una alta ansiedad en la persona, ya que esta puede alterar su comportamiento y dirigirlo en función de estos pensamientos. Se caracteriza por un miedo intenso a ser observado, despreciado o agredido físicamente.
Las personas que lo sufren comparten una serie de características:
- Tienden a interpretar cualquier suceso en función de estos pensamientos, y a actuar en consonancia con los mismos.
- Prestan más atención a aquellas cosas que puedan darles opción a desarrollar y reafirmar estos pensamientos.
- Desprecian todas aquellas pruebas que puedan ir en contra de sus pensamientos.
Síntomas del delirio de persecución
– Aislamiento – Estado constante de tensión y alerta
– Desconfianza – Sensación de vigilancia y amenazas continuas
– Ataques de miedo – Agresividad, problemas de autocontrol
Además de estos síntomas, existen una serie de pensamientos propios del delirio de persecución. A continuación os explicamos cuatro de ellos.
Pensamientos propios del delirio persecutorio
– Ser seguido: es el más común de este tipo de delirio. Consiste en la creencia de ser seguido por una o más personas de forma continua.
– Ser atormentado: las personas que sufren delirios persecutorios tienden a pensar que esas personas que les siguen buscan hacerles la vida imposible a través de pequeñas acciones.
– Ser espiado: es frecuente en este tipo de delirio pensar que aquellas personas por las que creen ser perseguidos además les espían con algún objetivo.
– Ser ridiculizado: por último, uno de los pensamientos que se incluyen en los delirios de persecución es el de que la persona que le sigue, lo hace con la intención de ridiculizarle o burlarse de él.
Si quieres saber más sobre los trastornos delirantes, puedes leer nuestro artículo sobre el tema pinchando aquí.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Beatriz Cerezo