Estamos ante los dos meses del año, Julio y Agosto, que son más habituales para irse de vacaciones y romper así con la rutina establecida el resto del año y descansar durante unos días.
A lo largo de estas vacaciones, hay diversas prioridades y objetivos que varían según cada persona. Los más comunes son viajar, hacer deporte, salir con los amigos, descansar… El problema llega cuando nos toca afrontar de nuevo la “marcha” a la vida laboral.
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¿Qué es el síndrome post-vacacional?
No es fácil pasar de la falta de ocupaciones, responsabilidades, y preocupaciones a volver a la rutina del trabajo, donde predominan el estrés, reuniones, incorporación y habituación al puesto, charlas del jefe… Este cambio, puede dar lugar al llamado “Síndrome post-vacacional”.
Podemos definir como síndrome post-vacacional a la incapacidad de adaptación de una persona tras la terminación del periodo vacacional a la rutina diaria anterior a las vacaciones. Este síndrome, puede aparecer por un cambio de rutinas y un sentimiento negativo producido a la hora de construir la nueva realidad de vuelta al trabajo. Esto genera que la incorporación se convierta en una situación que no nos produce satisfacción, sino todo lo contrario sufrimiento y angustia.
El síndrome postvacacional es bastante habitual, se calcula que en torno a un 45% de los trabajadores en España sufren malestar físico y emocional en el momento en que se incorporan al trabajo después del periodo de vacaciones y hace que su rendimiento laboral y su vida familiar y personal se vean afectadas (discusiones y problemas con la pareja o los hijos, falta de concentración, etc.).
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¿Qué sucede cuando tienes este problema?
El síndrome post-vacacional, normalmente no dura más de dos semanas tras superar el periodo de adaptación del inicio, pero si los síntomas persisten es recomendable recurrir a un especialista para analizar qué es lo que ocurre.
Es muy común, que se experimenten emociones de tristeza y apatía, decaimiento, astenia, irritabilidad, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, problemas digestivos, náuseas, palpitaciones, taquicardias, sensación de ahogo…
Estos síntomas aparecen, ya que se nos hace cuesta arriba hacer frente a los próximos once meses de trabajo hasta unas próximas vacaciones. Esto hace que esta época, junto con los problemas que cada persona vive, puede dar lugar a la aparición de episodios depresivos de distinta intensidad y aumento de estrés, pero es importante saber que no es una depresión.
Algunas de las recomendaciones para tener una aceptable vuelta al trabajo y no padecer un acusado síndrome post-vacacional son:
- Unos días antes de que se produzca la vuelta al trabajo ir ajustando los patrones de sueño y alimentación a los habituales durante la jornada laboral, para que nos vayamos adaptando a nuestros horarios y rutinas habituales.
- Hacer coincidir la vuelta con un día a media semana en la medida de lo posible, así nos adaptaremos y tendremos tiempo para descansar en el fin de semana.
- Mantener una actitud positiva, pensando que la vuelta al trabajo es un reencuentro con nuestras costumbres y con nuestra normalidad.
- No mortificarnos con que queda todo un año para las próximas vacaciones y evitar tener ese tipo de pensamientos pues lo único que vamos a conseguir con ellos es sentirnos peor.
- Darnos tiempo para estar óptimos en nuestras tareas, es normal no estar centrado los primeros días de trabajo, por lo que no debemos culparnos por cometer errores.
- Ayudarse a tener una visión positiva del regreso buscando las ventajas y cosas positivas de volver a la rutina laboral, como volver a ver a amistades o la comodidad de estar en nuestra casa.
- También es importante favorecer una buena comunicación y darnos el permiso para expresar cómo nos sentimos, pues nos ayudará a desahogarnos emocionalmente.
¿Cómo puedo solucionarlo?
Cuando la vuelta a la rutina se nos hace tan difícil y comos conscientes de que nos afecta de manera especialmente grave, es preciso que busquemos ayuda profesional para gestionar este problema y evitar que se pueda convertir en un problema mayor como depresión o problemas en el trabajo.
Para el tratamiento del síndrome postvacacional así como para los problemas en el área laboral, la terapia cognitivo-conductual se ha mostrado como una de las más eficaces. En este tratamiento se buscará que aprendas no sólo a sobrellevar los primeros días de vuelta a la rutina, sino también dotarte de herramientas para gestionar los posibles problemas que puedan surgir en el trabajo.
En CIPSIA psicólogos, te ofrecemos una serie de herramientas para poder afrontar de la mejor manera posible, esos días de inicio al mundo laboral tras haber pasado las vacaciones de verano y te ayudaremos durante todo el proceso de apredizaje.
Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Silvia Delgado
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