La ansiedad es en psicología es uno de los temas más estudiados, y a día de hoy casi todo el mundo sabe, más o menos, que es. En otros artículos hemos desmontado alguno de los mitos relativos a ella. Hoy vamos a hablar del proceso de incubación de ansiedad, con el objetivo de que los lectores entiendan este proceso y ayudarles en el manejo de esta.
Repasa aquí los mitos de la ansiedad
Repasando qué es la ansiedad
La ansiedad es una reacción normal ante situaciones novedosas, sobre todo si estas pueden suponer algún peligro para la persona.
Los componentes de la ansiedad son a nivel fisiológico (activación del sistema nervioso simpático, liberación hormonal, etc.), cognitivo (preocupación, miedo, etc.) y motor (inquietud).
Esta reacción pone en marcha nuestro organismo para luchar o huir ante el peligro, es decir, es una respuesta adaptativa de nuestro organismo.
Qué es la incubación de la ansiedad
Todos los procesos antes descritos se explican normalmente con la curva de ansiedad. Cuando pensamos o nos enfrentamos al estimulo que nos da miedo todos los procesos ponen en marcha la respuesta de ansiedad. Esta repuesta se puede entender como una curva en la que hay un punto de no retorno. Se llama así porque la respuesta fisiológica es activada y hasta que no ocurren todos los procesos fisiológicos necesarios y alcanza su máximo, la curva no empieza a caer.
Cuando hablamos de problemas de ansiedad o de trastornos como las fobias, es porque respondemos ante la ansiedad con respuestas de escape o evitación del estímulo temido. Estas respuestas, aunque a corto plazo generan un alivio de la ansiedad, a medio y largo plazo generan mucho más malestar.
El proceso de incubación, sucede cuando nos exponemos al estímulo temido, y escapamos antes de que la curva se doblegue. Es decir, escapamos del estímulo en el pico máximo de ansiedad.
Veámoslo mejor con un ejemplo:
Juan siempre iba en bus porque era la ruta más corta (15 min) y mejor conectada. Un día viendo en las noticias, vio un atentado terrorista ejecutado en este medio de transporte. Desde ese día le dio por pensar que, si había pasado una vez, podía pasar muchas más, generando un gran malestar en él y una respuesta de ansiedad cada vez que tenía que coger el autobús.
A pesar de esto, siguió yendo al trabajo en autobús, pensando todo el rato en el momento de poder bajarse de este y poder deshacerse de la ansiedad (evitación cognitiva). Como el trayecto era corto, la respuesta de ansiedad, que ya había superado el punto de no retorno, seguía incluso después de bajarse de este. A juan no le daba tiempo a exponerse lo suficiente al estímulo (autobús) como para entender que lo que pensaba era algo exagerado y que el malestar por ansiedad iba a disminuir, es aquí donde surge el fenómeno de incubación de la ansiedad.
Cada vez tenía más miedo a montar por la respuesta de ansiedad que le generaba y acabó tomando la decisión desadaptativa de ir en metro o taxi (evitación conductual), lo que reducía su ansiedad a corto plazo, pero a medio y largo plazo, esto suponía el no poder quitarse el malestar, una merma económica si tenía que ir en taxi o pérdida de tiempo si iba en metro (45 minutos de trayecto).
Consejos
- Exponerse al estímulo temido lo suficiente como para doblar la curva de ansiedad (siempre bajo supervisión de un profesional)
- Practicar técnicas de relajación.
- Poner en tela de juicio la utilidad y las consecuencias de pensar así (siempre ayudado por un profesional).
Artículo escrito por: Sergio García.