La sociedad actual nos bombardea con un exceso de información muchas veces irrelevante. El fenómeno de las redes sociales es la puerta a una nueva forma de negocio pero también el reflejo de metas y estilos de vida inalcanzables para la mayoría. Esto puede ser un mazazo para el autoestima de muchas persona que, por comparación, intentan establecer en sus vidas metas y estilos poco realistas.
Comparación vs contraste
Lo primero que queremos hacer entender, son las diferencias entre estos dos conceptos. La principal diferencia se basa en la sensación que queda después de experimentar uno u otro. Tras la comparación suele aflorar la envidia. La comparación ensombrece nuestro camino propio y afecta a nuestro autoestima y autoconcepto.
Por otro lado, el contraste puede ser una fuente de mejora. Tras este suele aflorar la sensación de inspiración y de energización. El contraste suele conducir a romper barreras con la zona de confort y nos orienta hacia el cambio.
El problema de las redes sociales
Las redes sociales pueden tener y tienen muchos aspectos positivos. El problema está más bien el uso desproporcionado que se les da y que suelen ser una gran fuente de comparación para todos los demás. Si a esto le sumamos que mucha parte del público que consume este contenido son adolescentes, podemos encontrarnos con problemas en el desarrollo de una autoestima sano.
Hay que hacer entender que no podemos establecer una comparación realista con la vida de un influencer. Estos solo muestran segmentos de su vida o de lo que desarrollan, pero son solo eso, segmentos. No podemos guiar nuestra forma de entender una vida entera en base a segmentos o fracciones de vida que contemplamos tras una pantalla, ya que lo único que encontraremos la mayoría de veces es que no podremos conseguirlo, generando en nosotros mismo niveles importantes de frustración, ansiedad o estados depresivos.
Las redes sociales pueden cambiar el autoestima de los jóvenes.
Cómo fomentar la autoestima mediante la inspiración
La inspiración se puede fomentar con el trabajo en el equilibrio de tres fortalezas. Son las siguientes:
- Honestidad: mostrarse a uno mismo con una buena capacidad de tener coherencia entre lo que podemos y queremos ser y lo que somos, fortalece y refuerza la autoestima. Ser honestos y permitirnos tener fallos, imperfecciones o malos momentos, no hará conocernos más y tener un autoconcepto más saludable y ser más resilientes a las adversidades.
- Equidad: esta fortalece ayuda a fomentar una autoestima sana mediante el desarrollo de un criterio de lo que es justo para los demás y para uno mismo, dando valor a nuestras metas, objetivos y necesidades. De esta forma podemos usar el contraste con otros como inspiración de qué sería lo justo para uno mismo.
- Armonía: mejora la autoestima mediante el control de conflictos internos. (Ej. si por comparación sentimos envidia. Un buen desarrollo de esta fortaleza puede cambiar el prisma con el que vemos al otro y generar una fuente de inspiración que nos oriente al cambio).
¿Cómo afecta la comparación a nuestro autoestima?
Artículo escrito por: Sergio Lozano