Cómo poner límites a los niños y adolescentes en vacaciones
A menudo nos tomamos las vacaciones como una época para desconectar de todo lo acontecido durante el año. Pero para los padres las vacaciones de sus hijos puede ser a veces un quebradero de cabeza, sobre todo, porque hay que tener en cuenta que las vacaciones escolares y las laborales no suelen coincidir y pasan más tiempo solos de lo habitual.
Es por esto que hoy vamos a dar algunos consejos sobre que límites poner a nuestros hijos en vacaciones de cara a conciliar lo máximo posible la vida familiar.
- Mantener un horario
Es habitual que al principio nuestros hijos intenten tomarse las vacaciones como si no hubiera un mañana. En este aspecto hay que ser un poco flexibles y entender que tienen que deshacerse de todo lo que ha conllevado el año escolar, pero también hay que saber dónde marcar el límite para que no trastoquen todo el horario de sueño, comidas y descansos.
En este aspecto, podemos reorganizar el horario permitiendo que se duerman y despierten más tarde, pero manteniendo unas pautas de rutina, con el fin de que el niño/a esté ajustado y estable como el resto del año. Esto debe ajustarse en función de la edad.
- Encomendar tareas domésticas en las que puedan participar
Esto es algo que debe de mantenerse al igual que el resto del año. En adolescentes es conveniente consensuar (no imponer) ciertas tareas domésticas de cara a ayudar en casa y que sigan una rutina de implicación con el hogar.
En niños más pequeños es importante hacerles partícipes de la realización de ciertas tareas (ajustadas a su edad), ya que esto le ayuda a mejorar su autoestima y autopercepción, pues ellos ven que pueden ayudar y que hacen cosas de “adultos”.
- Hacer cumplir las normas de convivencia
El periodo de vacaciones no implica que “todo vale” o que hay que despojarse de nuestro estilo de vida habitual. Los padres tienen que ser los primeros en mantener una coherencia en las normas de casa.
- Dar ejemplo
Enlazando con el punto anterior, siempre que apliquemos una norma o pauta de comportamiento, debemos de asegurarnos de que nosotros las cumplimos, excepto en aquellas normas que no tengan sentidos para los adultos (p. e. restricciones en la hora de llegar a casa).
Cómo fomentar las relaciones familiares en vacaciones
- Evitar el exceso de sedentarismo
Este periodo suele estar influido por el pensamiento de no hacer nada. Los jóvenes suelen aprovechar para gastar más horas en ver la TV, jugar a videojuegos, ver redes sociales, etc. Esto suele generar ciertas fricciones familiares además de no ser nada beneficioso para el adolescente.
Como alternativa, estaría bien programas actividades familiares al aire libre, realizar diferentes actividades juntos, etc. Todo con el objetivo de estrechar lazos familiares e higienizar el tiempo libre del adolescente.
- Castigos proporcionales
Los castigos han de ser acordes a la falta cometida. Además, tienen que ser siempre desde un estilo de crianza positivo que mejore la comunicación entre ambas partes. Esto ha de ser así a lo largo del año.
- Controlar el uso de la tecnología
El uso de las redes sociales ha de ser acordado entre padres e hijos, estableciendo un horario de uso, dejando espacios de tiempo para la realización de otras actividades. Sobre todo, hay que controlar el uso nocturno de la tecnología con el fin de mantener unas pautas del sueño saludables.
- No priorizar en labores académicas
Una forma fácil de ocupar el tiempo del niño o adolescente en cuestión, es mandarle tareas académicas de verano. Estas tareas están bien para mantener un hábito de cara a la vuelta a clase, pero no han de ser la prioridad en las tareas a realizar. Recuerda que se tiran todo el año estudiando y yendo a clase. Las tareas que se implementen han de ser flexibles, motivadoras y acordadas con el adolescente o niño.
Artículo escrito por: Sergio Lozano