Es por tanto necesario asegurarse de que, además de alcanzar una edad avanzada, las personas gocen de la mejor calidad de vida posible. En este aspecto juega un papel importante el llamado envejecimiento activo, concepto recientemente implementado por la Comisión Europea y la OMS.
¿En qué consiste?
- En el mundo laboral, evoca la idea de una actividad más larga, con una edad de jubilación más alta y prácticas laborales adaptadas a la edad del empleado.
- También se extiende al compromiso social de las personas mayores en la colectividad, por ejemplo, a través del voluntariado. La colaboración en organizaciones u asociaciones, especialmente las de carácter intergeneracional, resultan muy beneficiosas.
- Enfatiza la prevención de los problemas de salud. Entienden que un estado de salud adecuado permite mantener la autonomía y aportar calidad de vida. Destaca el mantenimiento de hábitos saludables (alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y controles médicos periódicos).
En este sentido, en lo que respecta a la salud mental, hay que tener muy presente que la edad puede ser un desencadenante de numerosas dolencias que son inevitables (como el Alzheimer). Sin embargo, el mantenimiento de una serie de hábitos puede resultar beneficioso para sobrellevarlos e incluso para ralentizar el proceso de la enfermedad.
Por su parte, las personas mayores que no padezcan estos procesos degenerativos pueden ver mejorada su calidad de vida.
Consejos para lograr un envejecimiento activo
- Es preferible realizar de forma autónoma, o con supervisión, las actividades de la vida diaria que sea capaz de realizar. Pueden consistir en el autocuidado, la limpieza, salir a hacer la compra…etc.
- Actualmente, existen muchas herramientas que permiten ejercitar la mente, desde actividades específicas de memoria, razonamiento o cálculo (como realizar listas de la compra/tareas/de los nombres de los miembros de la familia o hacer pequeños juegos de memoria y crucigramas) hasta ejercicios más complejos (como puede ser aprender otros idiomas o a tocar un instrumento musical).
Otras actividades más pequeñas, como llevar una agenda, anotar cosas en el calendario (tanto citas médicas como cumpleaños o visitas) o leer en voz alta también pueden ser útiles. Una buena forma de desafiar al cerebro puede ser cambiar la forma en que hace algo (por ejemplo, intentar controlar el mando a distancia con la izquierda si se es diestro). - Evitar la soledad y el aislamiento, llevando a cabo actividades en grupo (como apuntarse a talleres, clases, manualidades, yoga) y cultivando las relaciones interpersonales.
- Es necesario complementar estas actividades con un estilo de vida saludable: mantener un peso saludable y comer de forma sana y variada, limitando el consumo de alcohol y tabaco; tener buenas rutinas de sueño y evitar las situaciones de estrés; realizar un ejercicio ligero (caminar o nadar son especialmente recomendables por su bajo impacto), así como seguir las recomendaciones médicas que se adecúen a cada caso.
Como conclusión, lo importante es que la persona mayor lleve a cabo diariamente pequeñas pero constantes acciones de mantenimiento. Buenas rutinas de vida ayudan a ralentizar el progresivo deterioro cognitivo asociado a la vejez.
Posdata:
Resulta fundamental que el entorno inmediato de las personas mayores esté pendiente de cualquier cambio que pueda aparecer. Puede ocurrir en las rutinas (el abandono de intereses, sociales/intelectuales o en el cuidado personal) o cambios en el estado de ánimo. También se pueden empezar a notar descuidos, olvidos frecuentes… etc.