Probablemente, la felicidad y sobre todo como encontrarla, es una de los temas más frecuentes de nuestra sociedad. En psicología ha sido uno de los temas más estudiados en las últimas décadas, y recientemente se prefiere hablar de bienestar como elemento más estable que la felicidad. Hoy trataremos de acercaros más a este concepto.
¿Qué es la felicidad?
La felicidad no es constante, es un estado, y como tal aparece y desaparece para desgracia de todos. La felicidad es dependiente de ciertas circunstancias y se esfuma en ausencia de estas.
A esto hay que sumarle la errónea tendencia que tenemos de búsqueda de este estado. Confundiendo la búsqueda de placer con la plenitud que este nos puede aportar. Cuando experimentamos estos estados quedamos absortos en ellos y queremos repetirlo, pero ¿Qué queda después de esta experiencia?
No queremos con esto decir que no sea necesario vivir estos momentos o incluso buscarlos, pero hay que concienciarse de que tiene que ser en la dosis justa ya que no debemos cambiar el sentido de la vida por momentos, sensaciones o placeres.
Aprende otro punto de vista de la felicidad en este artículo.
Mejor centrarse en el bienestar
El bienestar resulta más estable que la felicidad por el hecho de que los objetivos en los que nos centramos no dependen directamente de las circunstancias, es decir, el bienestar surge cuando nos orientamos hacia lo que da sentido a nuestra vida.
Dentro del concepto de bienestar encontramos dos muy importantes:
- Bienestar psicológico: centrado en el crecimiento personal, propósitos en la vida y la autorrealización.
- Bienestar subjetivo: centrado en la satisfacción con la propia vida y un nivel elevado de afecto positivo. Este Se acerca más al concepto de felicidad que el anterior pues se relaciona más con el hedonismo.
Hay que entender estos conceptos como complementarios ya que uno potencia al otro. Respecto al bienestar psicológico es un generador, potenciador y estabilizador claro de emociones y afecto positivo.
Cuando encontramos algo que da sentido a la vida y tenemos la oportunidad de trabajar en ello, experimentamos más estados de flow, somos capaces de afrontar los eventos adversos de manera más resolutiva y menos dolorosa y mejora nuestra salud mental y física.
¿Cómo mejorar el bienestar?
A veces es difícil encontrar un sentido al que orientarse, quizá ni te lo hayas preguntado. Si este es tu caso, no intentes empezar por el final, intenta ir poco a poco.
Como principal consejo analízate a ti mismo y cuestiona cuanto conoces de tu propia persona. Un buen método es intentar trabajar en tus fortalezas personales, potenciándolas y dándoles valor. Si no las conoces, aquí te dejamos un enlace en el que podrás realizar el test VIA de fortalezas personales.
Cuando hayas identificado esto o si ya lo tenías identificado, intenta orientar tus acciones hacia un desarrollo psicológico optimo con implicación en objetivos vitales profundos. Estos no tienen por qué ser individuales pero si propios y genuinos de cada uno.
Artículo escrito por: Sergio Lozano