DECIR «NO» no es egoísmo
Decir «no» no es egoísmo, sino una expresión clara y necesaria de nuestros límites personales. A menudo, desde la infancia, se nos enseña a complacer, a ceder, a priorizar el bienestar ajeno sobre el propio. Esta tendencia, aunque bienintencionada, puede llevarnos a vivir desconectados de nuestras verdaderas necesidades y deseos, atrapados en un ciclo de complacencia que agota nuestra energía emocional.
Aprender a decir no
Aprender a decir «no» implica asumir un riesgo: dejar de agradar a todo el mundo. Pero también representa una oportunidad para crecer en autenticidad. Decir «no» con respeto y claridad no rompe relaciones, sino que las redefine en términos más sinceros y equilibrados. Las personas que realmente nos valoran sabrán comprenderlo y adaptarse. Aquellas que no lo hagan, tal vez se beneficiaban más de nuestro silencio que de nuestra presencia genuina.
Este acto de afirmación personal requiere valor. No siempre resulta cómodo, especialmente cuando se trata de personas cercanas o situaciones laborales. Sin embargo, cada vez que nos damos el permiso de priorizarnos, ganamos en autoestima y claridad. Dejar de decir «sí» por obligación o por miedo es empezar a vivir con coherencia.
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Asumir el decir no
Con el paso del tiempo, esta práctica se vuelve esencial. La madurez nos confronta con la realidad de que el tiempo y la energía no son infinitos. Cada compromiso que aceptamos sin querer, cada reunión innecesaria, cada favor que damos a costa de nuestro bienestar, nos aleja un poco más de nuestras prioridades reales.
Por eso, aprender a marcar límites no es solo saludable: es urgente. Decir «no» también es un acto de autocuidado. Nos protege del agotamiento, de la frustración y de relaciones que drenan en lugar de nutrir. Al mismo tiempo, nos permite conectar con lo que verdaderamente importa: nuestro bienestar emocional, nuestros proyectos vitales y las personas con quienes queremos compartir tiempo de calidad.
En CIPSIA Psicólogos somos especialistas en asertividad.
Escrito por Francisco Ortiz, director de CIPSIApsicologos.