Una vez se da el paso de acudir a terapia, y elegir el centro donde se va a realizar, surge la pregunta sobre las características idóneas del terapeuta. Si tenemos en cuenta que todo el trabajo va a ser realizado mano a mano con este profesional, esta cuestión tiene mucha relevancia.
Conscientes de esto, algunas personas dudan acerca de quién
será mejor terapeuta en su caso, si un hombre o mujer.
Algunas expectativas erróneas sobre cómo condiciona el sexo
del terapeuta
Algunas personas mantienen la creencia de que las mujeres son más comprensivas y empáticas que los hombres.
Pese al desarrollo de actitudes cada
vez más igualitarias en la actualidad, se siguen manteniendo ciertas creencias
erróneas, respecto a las capacidades de hombres y mujeres.
Recordemos que el psicólogo clínico
es un profesional altamente especializado, en la comprensión del comportamiento
humano y de sus causas. Además, si no como característica previa al estudio de
esta disciplina, sí como consecuencia de la formación y experiencia, el
terapeuta, al margen de su sexo, desarrolla una gran capacidad para
entender las emociones, pensamientos y conductas de otros.
Algunas personas tienen temor a ser juzgados por el terapeuta debido a su problema.
Este es el caso de problemas en la relación de pareja, como celos, conflictos o violencia en la pareja. La persona cree que le entenderá mejor un terapeuta del mismo sexo, que se va a identificar con su problema. O al tratarse de un problema característico de un sexo creen que el psicólogo de su mismo sexo les entenderá mejor. Como problemas sexuales (disfunción eréctil, dispareunia, vaginismo). En cualquiera de los casos queremos aclarar que el psicólogo no ayuda nunca desde la identificación con su cliente, o desde su experiencia personal. Si esto fuera así, la ayuda que prestaría sería muy limitada. La ayuda que se presta es siempre desde el plano profesional, desde el conocimiento técnico y científico, y desde la evaluación rigurosa de las variables que mantienen el problema del cliente. Por ello, no es necesario que el profesional haya vivido las experiencias para ayudar mejor.
Otras personas creen que sentirán vergüenza al contar cierto problema a alguien del sexo opuesto.
Sobre todo, en lo que respecta a temas sexuales o de pareja. Queremos resaltar que algunos clientes experimentan cierta incomodidad al revelar su problema, sea del tipo que sea. Sin embargo, el terapeuta genera un marco de confianza y seguridad en el cual el cliente ve disipada su inseguridad. Encontrando la comprensión y profesionalidad que necesita.
Desvelando
las características necesarias en un buen terapeuta
Hay algunas
características básicas en la actuación de un buen terapeuta que determinan la
calidad de la intervención. Esto está relacionado con lo que se ha dado en
llamar habilidades del terapeuta dentro de la literatura científica. Las
habilidades del terapeuta son un conjunto de conductas que responsables de
que el cliente se sienta cómodo y en un clima de confianza. Estas
características, y no el sexo del terapeuta, son las que van a condicionar en
buena medida la calidad de la ayuda que recibas:
Empatía
Implica que el terapeuta comprende a la persona desde el marco de referencia de esta. El terapeuta no juzga las vivencias, emociones y pensamientos del cliente, sino que los entiende. Por ello, la terapia no se va a ver influida por las características personales del terapeuta, ni por ser hombre o mujer de manera distintiva.
Flexibilidad
Entendida como capacidad de adaptación al cliente. El terapeuta, es capaz de adaptar sus métodos y técnicas a los problemas y características peculiares de cada cliente. El terapeuta utiliza todos los recursos disponibles para adaptarse a las idiosincrasias del cliente.
Escucha activa
Definida como la capacidad para mantener una actitud despierta y receptiva ante las comunicaciones del cliente. Esto quiere decir, que el terapeuta sigue de manera activa el discurso del cliente. Lo que demuestra haciendo preguntas y comentarios pertinentes.
Habilidades comunicativas
El terapeuta hace uso de la comunicación verbal y no verbal para entender y hacerse entender por el cliente. Las habilidades comunicativas son un conjunto de conductas que realiza el terapeuta para mejorar la comunicación con el cliente. Esto no está vinculado con un sexo específico, sino que depende de su esfuerzo, experiencia, entrenamiento etc.
Otros aspectos importantes de un terapeuta, aunque no se encuentren englobados dentro de las habilidades terapéuticas son:
Formación cognitivo-conductual
Poseer una formación sólida es fundamental para garantizar la eficacia del terapeuta a la hora de proponer una intervención. Actualmente está demostrado que el modelo cognitivo conductual es especialmente efectivo en el tratamiento de distintos problemas psicológicos
– Si quieres saber más acerca de la terapia cognitivo-conductual, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Experiencia
Uno de los factores decisivos tiene que ver con el conocimiento práctico de los distintos problemas y de las vías más adecuadas de solución. Característica que, nuevamente, no está vinculada a ningún sexo en particular.
Si necesitas ayuda profesional por cualquier problema, no dudes en contactarnos, somos expertos en tratar muchos tipos de problemas.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García