¿Qué es el Síndrome Postvacacional?
El Síndrome Postvacacional es un trastorno adaptativo que aparece al volver a la rutina tras un periodo vacacional. Se caracteriza porque la persona experimenta sentimientos de tristeza, apatía, falta de energía y motivación al finalizar las vacaciones y reanudar su trabajo.
Aparece con mayor frecuencia en personas que han disfrutado de unas vacaciones más largas, y en aquellas a las cuales no les gusta su trabajo o bien no se sienten valoradas en él. Además, suelen caracterizarse también por una baja tolerancia a la frustración.
Síntomas del Síndrome Postvacacional
Las personas que lo sufren suelen manifestar ansiedad, tristeza, dificultades de concentración y otros síntomas como falta de interés o motivación.
A nivel físico pueden experimentar cansancio, sudoración, palpitaciones o falta de apetito.
Los síntomas y su intensidad varían en función de las características de la persona y de la situación laboral en la que se encuentre. Suelen ser pasajeros y desaparecer cuando se regularizan de nuevo los horarios de trabajo y de descanso, por lo que no se suele necesitar tratamiento.
¿Cómo se puede evitar?
A pesar de que por lo general el malestar desaparece pasadas unas semanas, existen formas de prevenir su aparición. A continuación os contamos algunas de ellas.
- Tener una actitud positiva: tener una buena actitud siempre es positivo, y en el caso de la vuelta al trabajo es fundamental para afrontar esos días con una mayor motivación. Además, centrarnos en los aspectos positivos y no conceder demasiada importancia a los negativos nos ayudará a readaptarnos a nuestra rutina de una forma más fácil y natural.
- Regular los horarios: es importante regular los horarios a fin de adaptarnos mejor a la rutina. Es recomendable mantener unos hábitos en lo referido a las horas de las comidas y del descanso. Dormir el mayor número de horas posible nos permitirá estar más descansados y nos ayudará a mantener una actitud más positiva.
- No volver de las vacaciones justo el día anterior: lo mejor es buscar la manera menos brusca de regresar al trabajo. Volver a casa unos días antes y planificar los días anteriores a la vuelta hará más fácil el cambio, ya que nos permitirá ir preparando las cosas y hacernos a la idea más fácilmente de que las vacaciones finalizan.
- No incorporarse un lunes: si es posible lo más recomendable es evitar volver un lunes. De esta manera la semana será más corta y la vuelta algo más progresiva, lo que facilitará el proceso de adaptación a la rutina.
- Realizar de manera gradual las tareas del trabajo: en la medida de lo posible se debe procurar realizar las tareas que nos resulten más fáciles y gratificantes primero, e ir incrementando la dificultad con el paso del tiempo. Esto nos ayudará a ir cogiendo el ritmo de trabajo de nuevo, pero de una forma progresiva.
- No llevarse trabajo a casa: es importante respetar los tiempos de descanso y evitar sobrecargarse con el trabajo. No hacerlo puede facilitar la aparición del estrés, lo que provocará la manifestación de otros síntomas que nos generarán malestar e insatisfacción.
- Proponerse nuevas metas: tras las vacaciones es bueno aprovechar la energía que hemos recuperado para hacer cosas nuevas, que nos ilusionen y nos ayuden a estar más activos. Esto nos permitirá llevar mejor la vuelta a la rutina y disfrutar más de otras actividades.
- Tomarse con calma la vuelta al trabajo: debemos ser conscientes de que tras los días de vacaciones toca volver a nuestro día a día. Si bien es cierto que es normal que los primeros días se hagan más difíciles, es importante que no nos centremos en los aspectos negativos y que no pasemos el día pensando en lo bien que estábamos de vacaciones y en lo complicado que es volver de nuevo a la rutina. Se trata de un cambio que, como hemos dicho, debemos intentar realizar de una forma gradual y siempre con una actitud positiva.
Si quieres saber más acerca del Síndrome Postvacacional, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Beatriz Cerezo