Aprender a lidiar con la frustración

La frustración es un sentimiento normal que aparece cuando hay una discrepancia entre nuestras expectativas y lo que ocurre en realidad. Este sentimiento puede conllevar rabia, tristeza e incluso angustia. En el artículo de hoy queremos enseñarte cual es el origen de este sentimiento, sus causa y como aprender a lidiar con él.

¿Cuál es el origen de la frustración?

Como ya hemos dicho, la frustración aparece en la discrepancia entre lo que se espera y lo que sucede, pero también hay que añadir que puede tener dos fuentes de origen:

1. Externa: sucede cuando hay una disparidad entre las demandas del entorno y los recursos que tenemos para afrontarlas y también cuando la recompensa obtenida no corresponde con el esfuerzo invertido. Un claro ejemplo de esto es el estilo de trabajo actual, en el que cada vez se promueve más la multitarea. Este estilo de trabajo nos demanda mucho tiempo y recursos emocionales y cognitivos, los cuales no suelen verse reflejados en el salario o la calidad de tiempo libre.

2. Interna: se presenta cuando no hay bien formado un buen autoconcepto o una buena percepción de la autoeficacia, pensando de si mismo que no se podrá hacer frente a las demandas del entorno, sea cual sea. Esto final mente afecta a nuestro autoestima pudiendo aparecer sintomatología emocional negativa.

¿Cómo nos afecta la frustración?

La frustración nos puede afectar de diferente manera:

  • Disminución de la confianza y autoestima.
  • Irritabilidad excesiva.
  • Miedos anticipatorios o bloqueo emocional.
  • Pérdida de ilusión.
  • Mala gestión del autocuidado.
  • Mala gestión del tiempo.
  • Abuso de sustancias.
  • Alteraciones del sueño.

Aprendiendo a lidiar con la frustración

Lo primero es aprender a aceptar este sentimiento. Esta claro que las sensaciones que este genera suelen tener un matiz negativo, pero no por ello tenemos que aceptarlo como tal. De la frustración también se puede extraer un carácter positivo ya que esta puede servir como fuente de inspiración y crecimiento.

Si esta procede de una fuente externa, por ejemplo el trabajo, puede ser buen momento para trabajar sobre tus derechos de manera asertiva y aprender a ser consciente de que el autocuidado es lo más importante a la hora de afrontar las demandas.

Si este sentimiento con lleva un sufrimiento por como nos percibimos a nosotros mismos, intenta identificar esto como un mensaje de cambio. A veces es mejor parar, tomar distancia con el proceso para entenderlo y poder volver a enfrentarte a él.

Artículo escrito por: Sergio Lozano