Modelo transdiagnóstico

La complejidad de los seres humanos como especie es mucho mayor que las de otras que habitan con nosotros. A la hora de hablar de los trastornos mentales pasa lo mismo. Es casi imposible explicar que una persona puede padecer un trastorno aislado sin compartir síntomas con otros. El modelo transdiagnóstico surge para dar explicación y unificar los tratamientos en estos casos.

¿Qué es el modelo transdiagnóstico?

Este modelo da explicación a la aparición de ciertos trastornos mediante el análisis de los procesos subyacentes a estos. Dicho de otra manera, hay ciertos trastornos que comparten una base específica de ciertos procesos o rasgos.

Se pueden diferenciar dos tipos de síntomas/procesos:

  1. Descriptivamente transdiagnósticos –> son los que forman parte del trastorno, pero no forman parte de su inicio ni mantenimiento. Digamos que son «los efectos secundarios´´. Se puede intervenir en ellos pero no modulan ni mejoran significativamente el trastorno.
  2. Mecánicamente transdiagnóstico –> son los que forman parte del inicio y mantenimiento del trastorno. Son sobre los que hay que intervenir.

Un ejemplo de los síntomas mecánicamente transdiagnósticos, son lo que forman parte del inicio y mantenimiento en los trastornos de la alimentación y la ingesta:

  • Baja autoestima
  • Problemas en relaciones interpersonales
  • Perfeccionismo clínico
  • Intolerancia emocional.

De tal manera, que no intervenir en estos procesos, nos puede alejar del éxito terapéutico.

¿Por qué utilizar este modelo?

La mayoría de los trastornos tienen comorbilidad en su sintomatología. Es decir, se suele presentar más de uno a la vez. Un ejemplo son los trastornos emocionales, en los que la ansiedad suele compartir sintomatología con la depresión.

Desde este modelo se pueden tratar ambas sintomatologías trabajando en los procesos subyacentes. Lo que conllevaría una reducción en los tiempos de terapia y el coste de esta, tanto para el paciente como para el terapeuta.

Aprende mas sobre este modelo en este enlace.

Artículo escrito por: Sergio García