En la sociedad actual muchas veces se nos inculcan valores sobre la vida y a lo que debemos aspirar. Estos valores van cambiando con la sociedad y lo que está valorado en cada momento. En la actualidad hay una corriente que valora prioritariamente el ascenso social y la consecución de metas cada vez más altas, buscando siempre una superación. Esta corriente tiene muchos beneficios y ayuda a la persona a salir de su zona de confort. Sin embargo, llevada al extremo puede ocasionar problemas psicológicos como ansiedad, depresión o problemas de autoestima. Por ello, en el artículo de hoy hablamos sobre las consecuencias psicológicas del inconformismo.
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Las consecuencias psicológicas del inconformismo
Como decíamos al comienzo de este artículo, tener una actitud de siempre buscar un avance y la consecución de nuevas metas tiene tanto partes positivas como negativas. En el artículo de hoy nos centraremos en las negativas, que vienen derivadas de llevar esta actitud al extremo.
Una de las consecuencias psicológicas del inconformismo es la influencia que tiene sobre nuestra autoestima. Cuando nuestro inconformismo es muy alto, siempre estamos buscando nuevas metas y no valoramos las que hemos ido consiguiendo pues no las consideramos como suficiente. De esta forma nos deja una sensación de “nunca conseguir nada” que afecta a nuestra autoestima y a nuestra sensación de logro.
Otra de las consecuencias psicológicas del inconformismo es que no nos permite disfrutar de las metas que conseguimos y nos mantiene en un estado continuo de tristeza o melancolía. Si a pesar de conseguir metas no lo valoramos, podemos caer en la desmotivación y desarrollar a la largo algún problema como la depresión. Por ello, es importante que también aprendamos a valorar lo que hemos conseguido y a disfrutarlo.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán