Es habitual oír respecto de algunas personas que son muy “cabezotas” y que es casi imposible hacerles cambiar de opinión o incluso llegar a debatir con ellos. La dificultad que muestran estas personas hace referencia al concepto de flexibilidad mental. En el artículo de hoy veremos qué es la flexibilidad mental y los otros dos tipos de funcionamiento antagónicos a él. Cuando se habla de flexibilidad mental, normalmente se hace referencia a un concepto que tiene que ver con varios aspectos. Entre ellos destacan la capacidad para modificar tus propias creencias. Sin embargo, para comprender bien qué es la flexibilidad mental, es necesario hablar de los otros dos tipos de mentes que existen. Las mentes que se denominan como rígidas, son aquellas que tienen unos criterios muy establecidos y que son inamovibles. Estos criterios o ideas, además tienen un carácter prácticamente dogmático ya que a pesar del contexto y las evidencias no se modifican. De esta forma, las personas con una mente muy rígida tienen serios problemas de adaptación al cambio. – Si quieres saber más sobre cómo afectan nuestra creencias o ideas a nuestros problemas, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí. En el polo opuesto a las mentes rígidas, tenemos lo que algunos autores denominan como “mentes líquidas”. En este tipo de mentes, carecen de criterios o valores personales y en cada contexto o situación toman un criterio que nunca se torna propio. Una de las mayores dificultades que muestran este tipo de mentes es en comprometerse y definir sus criterios en cualquier aspecto de su vida. Por último, tenemos las mentes flexibles. este tipo de mentes, son capaces de tener criterios que les permiten posicionarse y vivir en sociedad, pero éstos no son estancos e inamovibles sino que se modifican ante la evidencia y la nueva información. Las personas con flexibilidad mental, son capaces de adaptarse al cambio y a su entorno. Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán¿Qué es la flexibilidad mental?
Rigidez mental
Mentes líquidas
Flexibilidad mental