Envidia

¿Qué es la envidia?

La envidia es una de las pasiones humanas más universales y arraigadas. Puede ser notoria en los niños incluso antes de que éstos cumplan un año y, por lo tanto, todo educador debe tratarla con respeto y cuidado.

Entre todas las características de la condición humana normal, la envidia es una de las más polémicas y debatidas a lo largo de los años tanto por profesionales del área de la psicología, como por otro tipo de profesionales que estudian al ser humano. Una de las razones por las que la envidia es una característica humana que está tan estudiada, es porque la persona envidiosa en muchas ocasiones no sólo desea hacer daño, y lo hace siempre que puede con impunidad; además, sino que además, la envidia le hace sentirse desgraciado.

La gente que suele tener envidia con cierta frecuencia, en lugar de obtener placer de lo que tiene, sufre por lo que tienen los demás. De esta forma, las cosas positivas que están presentes en su vida, se vuelven negativas o no las sabe valorar, impidiendo que las disfrute. Si puede, privará a los demás de sus ventajas, lo que para él es tan deseable como conseguir esas mismas ventajas para sí mismo. Si se deja rienda suelta a esta pasión, se vuelve fatal para todo lo que sea excelente.

Tipos de envidia

MedallasPara comprender mejor la envidia y sus características, habría que distinguir aquí entre una «envidia mimética» donde no solo es importante el objeto del deseo para el propio envidioso; sino que el objeto del deseo es aún más deseable cuanto más sea deseado por otros. La función aquí de la envidia es orientar los objetos que son deseables y valiosos según la sociedad del momento en cuestión. En la sociedad de consumo esos objetos de deseo son «creados continuamente» sin remitir a necesidades reales, y tienen un claro exponente en los medios de comunicación y la publicidad.

Y, por otro lado, estaría la «envidia maléfica» donde se desea principalmente y por encima de todo, que el otro pierda lo que tiene sin que sea necesario tenerlo uno mismo. En este caso, la envidia está muy relacionada con las comparaciones sociales con otros, donde el «rebajamiento del otro» cumple con la función o finalidad de la propia afirmación; operando en una especie de equilibrio tanto real como imaginario.

Se ha visto mediante diferentes estudios, que es posible que ambas formas de envidia pueden convivir en la misma persona y sociedad. Incluso, se ha visto que como consecuencia de este sentimiento hay quien «provoca» la envidia en otros haciendo «ostentación» de bienes materiales o cualidades como una forma de sentirse superior al envidioso.

¿Existe algún tratamiento para la envidia?

La mejor solución para la envidia es trabajar para eliminar esos sentimientos y sustituirlos por otros positivos, por la felicidad. Sin embargo, el problema es que la envidia constituye un terrible obstáculo para la felicidad. Pero el envidioso puede decir: <<¿De qué sirve decirme que el remedio de la envidia es la felicidad?>> Sólo con darse cuenta de las causas de los sentimientos envidiosos ya se ha dado un paso gigantesco hacia su solución. El hábito de pensar por medio de comparaciones es fatal, ya que sólo genera en la persona una gran cantidad de sentimientos y emociones negativas. Cuando nos ocurre algo agradable, hay que disfrutarlo plenamente, sin pararse a pensar que no es tan agradable como alguna otra cosa que le puede ocurrir a otro.

Para el sabio, lo que se tiene no deja de ser agradable porque otros tengan otras cosas. En realidad, la envidia es un tipo de vicio en parte moral y en parte intelectual, que consiste en no ver nunca las cosas tal como son, sino en relación con otras.

En ciertos episodios de envidia aguada es necesaria la ayuda psicológica de un psicólogo especializado, que guíe a la persona en un proceso de aprendizaje cuyo objetivo sea eliminar este tipo de pensamientos y emociones y el aprendizaje de una forma de pensar más saludable y que nos permita disfrutar de nuestros logros. Si tienes alguna duda o quieres conocer la opinión más detallada de un profesional no dudes en contactar con nosotros

Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Alba Ortiz