En esta época del año se padecen altas temperaturas que aparte de ser molestas podrían dañar tu salud. De acuerdo con la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), el sol de verano provoca ansiedad. Ansiedad y calor, son por lo tanto bastante habituales en esta época del año.
Cuando hace un calor excesivo, el cerebro está hiperactivado y esa aceleración te lleva a un estado de irritabilidad. Entonces aparecen unos síntomas inconfundibles, que son la sensación de nerviosismo, cansancio e irritabilidad. A esto también se suma que con el calor dormimos peor, porque la temperatura óptima para descansar son 21 ó 22 grados. Los trastornos de sueño, junto con la ansiedad generan crisis a nivel cerebral que alteran el descanso y provocan falta de energía en el día.
Cuando más energía consume el cuerpo es al intentar mantener la temperatura interna. Y es que, por debajo de 16 grados y por encima de 43-46 grados, al organismo le resulta prácticamente imposible mantener las funciones vitales. El cuerpo tiene que mantener ese intervalo, para lo que consume mucha cantidad de energía.
En junio, cuando aumentan las temperaturas, siempre hay un repunte de los casos de ansiedad. Es algo que está estadísticamente comprobado. No se puede decir que un golpe de calor produzca ansiedad, pero en personas que han tenido trastornos previos, puede desencadenarla.
En caso de padecer alguno de estos síntomas lo recomendable es acudir a un especialista, ya que pueden confundirse los síntomas debido al calor con un verdadero caso de ansiedad.
Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Rocío Moraleda
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