En los próximos días nos vamos a ver inmersos en un fenómeno muy bien urdido por la sociedad del consumo: las rebajas. Con las rebajas se desata en algunas personas el deseo de encontrar buenas ofertas y el consumo de bienes y servicios a los que después no sacará provecho. En el mejor de los casos, lo más probable es que compres por encima de lo que realmente deseas.
En este artículo queremos daros algunas ideas para ayudaros a no sucumbir ante la presión de las rebajas. De este modo estaréis en disposición de hacer unas compras más medidas y ajustadas a vuestras necesidades reales.
¿Por qué se caracteriza la compra compulsiva?
Queremos recordar en primer lugar el concepto de “oniomanía”. La oniomanía o la compra compulsiva consiste en un desorden del comportamiento, frecuentemente vinculado a los trastornos del estado de ánimo.
Se caracteriza por:
- Experimentar sentimientos de euforia o excitación antes y durante la compra.
- La adquisición de un elevado número de productos en un breve periodo de tiempo.
- Las compras se realizan de manera impulsiva y poco meditada.
Este tipo de comportamiento tiene la función de alterar el estado de ánimo. La compra produce emociones de bienestar y satisfacción o elimina emociones displacenteras como la tristeza, soledad, etc., de forma momentánea.
Las personas que presentan oniomanía suelen albergar fuertes sentimientos de culpa o vergüenza tras realizar las compras. Incluso sentimientos de vacío e insatisfacción.
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No obstante, hay muchos niveles de compra compulsiva que, sin llegar al trastorno, son problemáticos. Además, este tipo de comportamientos pasan más desapercibidos puesto que quedan normalizados.
Este tipo de compra compulsiva es promovida por las grandes superficies y comercios, quienes se valen de estrategias de marketing. La publicidad y el marketing se encargan de crear necesidades en los consumidores para incrementar la conducta de compra. Promoviendo en muchas ocasiones la impulsividad y la urgencia por comprar y “no dejar escapar las oportunidades”.
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Precisamente porque estos periodos de rebajas y descuentos están planteados para satisfacer las necesidades de los comercios, es por lo que debemos desarrollar estrategias que nos permitan realizar unas compras racionales.
¿Cómo acercarse de forma racional y provechosa a las rebajas?
Frente a la impulsividad introduce la reflexión:
Planifica las compras

Haz un listado de las cosas que necesitas antes de salir a comprar. Si a ello le añadimos el precio que estamos dispuestos a pagar por cada cosa, permitirá hacer una valoración más completa. Además, anticipar el gasto total que supondrá la realización de diversas compras te permite tener una información más completa de cara a tomar mejores decisiones de compra.
Indaga acerca de los precios
Infórmate de los precios en distintas superficies comerciales. Esto permitirá no sucumbir ante los reclamos que apremian a realizar la compra bajo el lema “oferta” o la presión por las unidades o el tiempo limitado. Posiblemente descubras que hay muchas alternativas para conseguir lo que deseas a un precio similar, lo que reduce el impulso de compra.
Limita las posibilidades de “caer en la tentación”
Lleva el dinero justo para comprar, o limita la tarjeta a lo que puedas gastar. Reduce la exposición a mensajes publicitarios y a espacios comerciales. Como hemos comentado más arriba, hay todo un sector de profesionales interesados en hacerte caer en la tentación. Son expertos en activar los mecanismos psicológicos que te llevan a comprar. Por ello, una forma muy eficaz de resistir su influencia es reducir la exposición a este tipo de mensajes.
Conoce y gestiona tus emociones:
Sé consciente de las emociones que desencadenan las compras, poco racionales e innecesarias. Tal como hablábamos más arriba, las emociones de elevada excitación y de ansia, emociones de tristeza, soledad… nos pueden impulsar a realizar una compra para aliviar dicha sensación.
Si hemos detectado que estamos experimentando una emoción de este tipo, lo más probable es que realicemos una compra emocional que no tenga tanto que ver con la necesidad del producto que vamos a adquirir. Por ello, sería recomendable aplazar la compra a otro momento en que podamos realizar una valoración sopesada sobre los beneficios de la compra.
Buscar alternativas para satisfacer tus necesidades
Recodemos que la conducta de compra buscar satisfacer ciertas necesidades emocionales. En ese caso plantéate qué es lo que buscas: sentirte atractivo/a, sentirte satisfecho, realizado, mejorar tu estado de ánimo… Busca qué cosas puedes hacer para sentirte mejor y que no impliquen un gasto. Seguramente encuentres alternativas que no solo no implican consumir, sino que permiten lograr de forma mucho más duradera tus objetivos.
Desde CIPSIA psicólogos queremos ayudarte a sentirte mejor con tu vida, si detectas que tienes un problema en este o cualquiera otra área no dudes en contactarnos. Somos expertos en tratar distintos problemas psicológicos.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García