La individualidad dentro de la pareja

Cuando se produce la formación de la pareja, esto supone la unión de dos personas que provienen de sistemas distintos y que traen consigo una “mochila” llena de valores, ideas, preferencias… propias y diferentes.

Todo ello, puede provocar la sensación de pérdida de individualidad como consecuencia de pertenecer a una nueva unidad de pareja. Creando así la necesidad de hondar en una posible redefinición de esta nueva experiencia como positiva y agradable, y no como limitante.

¿Cómo evitar conflictos, y buscar el bienestar en la pareja?

Muchas veces, ocurren conflictos respecto al intento de salvaguardar nuestra individualidad frente a las necesidades de dependencia que pueda tener la otra parte de la pareja.

Es por ello, que resulte imprescindible tener como pilar fundamental y principal, la comunicación dentro de la pareja, tanto de los aspectos o sentimientos agradables como de los desagradables. En consecuencia, si nos encontramos ante una buena comunicación entre las personas que conforman la pareja, facilitará la renegociación de los espacios individuales.

¿Qué hacemos para conseguir el bienestar?

Utilizando dos círculos que representen cada uno de los integrantes de la pareja, podemos facilitar la toma de conciencia de que aspectos queremos compartir en un espacio común y cuales en un espacio individual.

A través de esta proyección, podemos compartir y observar que aspectos o actividades nos gusta realizar en ese espacio común (en pareja), y que otras actividades preferimos mantener en el espacio individual.

Antes de la negociación:

Tras expresar la situación actual, el siguiente paso sería el renegociar que actividades queremos mantener en ese espacio individual, respetando las del otro también, y que otras actividades mantenemos y añadimos a ese espacio común de pareja.

Después de la negociación:

Quedando así una nueva situación, en la que ambos integrantes de la pareja, sienten que no han perdido su individualidad, al mantener ciertas actividades en dicho plano. Y por otro lado, el compartir actividades en dicho espacio común o de pareja.

Artículo escrito por: Álvaro Castilla.