El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que todavía no está incluido en los libros de psicología o de psiquiatría como un trastorno con entidad propia. Tampoco hay suficientes datos estadísticos, ni cuestionarios, o test, que lo evalúen de forma contrastable y fiable. Se trata de un rasgo, por decirlo de alguna manera, al que le queda bastante por recorrer, y ser investigado, antes de que sea reconocido a nivel clínico y se pueda incluir en un manual diagnóstico de los trastornos mentales.
Es difícil encontrar una única definición de perfeccionismo con la que todos los teóricos estén de acuerdo. Una de las primeras es de Horney (1950), quién ponía el énfasis en lo que llamaba la “tiranía de los debes”. Señalaba que el perfeccionista no tiene tanto en su mente lo que ha hecho, sino más bien, lo que debería haber hecho y todavía no ha realizado. Otras definiciones destacan la excelencia de los resultados que el perfeccionista debe alcanzar, la característica de que sus objetivos son mucho más elevados que los del resto de personas, que tienen un pensamiento rígido, una auto-crítica muy elevada, y además, que la ansiedad y el sufrimiento es una constante en sus vidas.
Tipos de perfeccionismo
Podríamos diferenciardos tipos de perfeccionismo, el normal y el neurótico. El perfeccionismo normal sería la tendencia a obtener la máxima satisfacción en actividades que requieren de mucho esfuerzo y trabajo para conseguir hacerlas perfectas, pero este tipo de perfeccionista se siente sin la obligación de alcanzar la perfección si ésta no es posible. Por el contrario, el perfeccionista neurótico se caracteriza por esforzarse al máximo en cada trabajo, pero no logra casi nunca estar conforme, pues siempre cree que lo puede hacer mejor y queda insatisfecho.
También encontramos el perfeccionismo orientado hacia uno mismo, hacia los demás, o el perfeccionismo como imperativo social, es decir, creer que los demás esperan de uno un comportamiento perfecto.
¿Cómo se origina?
El perfeccionismo se fragua a partir de una serie de esquemas y construcciones mentales como pueden ser:
- Establecimiento de unas metas poco razonables pero que la persona identifica como óptimas.
- Autovaloración continua de logros y objetivos, con la presencia de una gran autocrítica y autoevaluación negativa.
- Baja autoestima.
- Concentración sobre áreas concretas y muy determinadas.
- Fijación por la consecución de unos objetivos, con independencia de las consecuencias negativas de la consecución de los mismos.
¿Por qué a pesar de sus consecuencias se mantiene en el tiempo?
El perfeccionismo a pesar de que acarrea consecuencias negativas a la persona cuando aparece en exceso, es decir supone un problema clínico, se mantiene a partir de los siguientes aspectos:
- Evaluación sesgada de carácter negativo del propio rendimiento.
- Dependencia de logros de una gran connotación exitosa.
- Los objetivos se suelen juzgar como insuficientes.
- Autocrítica
Personalidad perfeccionista
La personalidad del perfeccionista se vertebra a partir de las siguientes características:
- Necesidad de aprobación por parte de los demás
- Se fija metas irrealizables tanto para sí mismo como para los demás.
- Gran necesidad de logro y de triunfo personal.
- Tendencia a retrasar la realización de las tareas por miedo a fracasar (procrastinación).
- Establecimiento de expectativas de logro desproporcionadas.
- Competitividad
- Centra los objetivos en determinadas tareas (forma deportiva, tareas domésticas, peso, etc.)
- Autocrítica constante y dificultad para aceptar la crítica de los demás.
A parte de todas estas características, los comportamientos más destacables son: comprobación excesiva, exceso de celo en el cumplimiento del deber, orden excesivo, muy indecisos, lentitud, pereza, procrastinación y acumulación de obligaciones.
Consecuencias del perfeccionismo
Ansiedad y perfeccionismo
Es razonable pensar que una persona con una personalidad del tipo perfeccionista, como la descrita anteriormente, sea especialmente propensa a padecer estados de ansiedad. Se trata de un individuo que continuamente crea “focos de tensión” consigo mismo. Una persona en constante evaluación que genera una gran focalización sobre sus actuaciones, sobre sus objetivos, que pone repetidas veces la lupa en todo lo que hace, y que siempre o casi siempre, queda insatisfecho. Emociones como el nerviosismo y la angustia son el pan nuestro de cada día, lo mismo que sentirse preocupado y tenso por cometer errores. Por dicho motivo, suele moverse entre dos polos; o todo o nada. Si considera que no puede hacer una tarea muy bien, posiblemente descarte realizarla.
Los últimos estudios sobre la ansiedad revelan que la preocupación por la consecución del logro ante determinadas metas (muy elevadas), son parte central de la aparición del trastorno. A su vez la ansiedad también se relaciona con estados depresivos.
Perfeccionismo y depresión
El perfeccionista tiene una característica que le hace especialmente vulnerable; su baja tolerancia a la frustración. Esta cuestión, sumada a la gran necesidad de ponerse metas de muy difícil cumplimiento, le suele poner en situaciones incómodas, callejones sin salida con los que se enfrenta en su día a día a menos que no sea perfecto. Unas expectativas excesivamente altas, es el campo de cultivo perfecto para que aparezca la frustración. Si un individuo tiene la tendencia a actuar de esta forma, y la frustración es algo muy frecuente en su vida, es fácil que los estados de tristeza y desesperanza hagan acto de presencia, alimentando también una gran sensación de desvalorización, y baja autoestima si la tendencia se alarga en el tiempo.
El perfeccionista además va a ser una persona marcadamente inconformista que siempre va a estar pensado en lo que podría tener más que pensar realmente en lo que tiene. Debido a esa característica de no valoran adecuadamente sus méritos. Una persona que no sabe valorar lo que tiene alberga muchas posibilidades de ser infeliz, y de estar demasiado en contacto con emociones negativas.
Un gran número de personas ambiciosas, triunfadoras y con gran capacidad de trabajo y talento, no han sabido controlar su perfeccionismo provocando todos estos síntomas anteriormente descritos.
Tratamiento del perfeccionismo
Cuando una persona con estas características está teniendo problemas personales y profesionales como consecuencia de su elevado perfeccionismo es imprescindible que acuda a un profesional de la psicoterapia que le ayude a resolver este problema. En CIPSIA Psicólogos Madrid, realizamos terapia tradicional y sesiones psicoterapia online de para este y otros problemas desde la terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado ser una de la más eficaz para el tratamiento de este problema. Desde este marco teórico, las líneas fundamentales para tratar este problema son:
- Trabajar las exigencias haciéndolas mas asequibles.
- Fomentar la autoestima.
- Evitar la rigidez mental, tender a la flexibilidad y no temer el cambio.
- Permitir momentos de ocio y esparcimiento.
- Disminuir la necesidad de tener todo controlado.
- Expresar las emociones sin temer que sean signo de debilidad.
- Darse permiso a hacer tareas “no perfectas”.
- Aceptación del fracaso como forma de aprendizaje.
- Fomentar las redes sociales y amistades.
- No generar critica constante sobre uno mismo ni sobre los demás.
- Entrenamiento en técnicas de relajación y autocontrol emocional.
Fuentes empleadas: «El síndrome del perfeccionista: El anancástico». Manuel Alvarez y Domingo Garcia-Villamisar.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid : Francisco Ortiz
[tagcloud]