Refuerzo diferencial

El reforzamiento diferencial es un tipo de aprendizaje propio de las técnicas de modificación de conducta (psicología conductual), que consiste en reforzar únicamente algunas conductas mientras otras se ponen bajo extinción (se las deja de reforzar para que se extingan), o en reforzar ciertas conductas tras determinados períodos de tiempo, etc.

Es importante, para entender el reforzamiento diferencial, que el concepto de reforzamiento quede claro. Reforzar implica administrar un estímulo positivo o retirar uno negativo cuando se realiza cierta acción, lo cual aumenta la probabilidad de ocurrencia de cierta conducta. Por ejemplo, un refuerzo puede ser un halago (refuerzo verbal), una galleta (refuerzo primario), una caricia (refuerzo social), una tarde de cine, más tiempo viendo la televisión, más tiempo con los amigos, etc.

TIPOS DE REFORZAMIENTO DIFERENCIAL

  • Reforzamiento diferencial de conductas alternativas. En vez de buscar una conducta incompatible con la conducta problema, lo que hacemos es buscar una conducta alternativa. Por ejemplo, reforzar la lectura, y no reforzar cuando se juega a videoconsolas.
  • Reforzamiento diferencial de conducta equivalente. Habría que centrarse en reforzar conductas alternativas que tienen el mismo objetivo que la conducta problema. Por ejemplo, cuando nuestro hijo/a pide jugar al balón gritando, sería una conducta a extinguir, y si lo pide de la forma correcta, sería la conducta a reforzar.
  • Reforzamiento diferencial de tasa baja. Ocurre cuando hay pocas alternativas a la conducta problema. Por ejemplo, un niño que dice palabrotas constantemente. Se refuerza cuando deja de decirlas o cuando disminuye su frecuencia.

Artículo escrito por: Sergio Lozano.