Dentro de la terapia infantil y de los tipos de problemas que se suelen tratar con más frecuencia en la clínica, se encuentran el Trastorno por Déficit de atención e Hiperactividad y la Dislexia. Ambos problemas tienen en común algunas de las consecuencias que generan en la vida de los niños, pero son problemas muy distintos entre sí. La dislexia tiene unas características peculiares al tener un correlato neurológico importante, y en muchas ocasiones cuando se habla de él en los medios no se explica correctamente en qué consiste este problema y cuáles son sus principales manifestaciones.
– Si quieres saber más sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.
En el artículo de hoy hablaremos en profundidad sobre la dislexia, los tipos que hay, las consecuencias que genera en la vida de los niños y las personas que la tienen y las posibilidades de trabajo que hay con este problema.
¿Qué es la dilexia?
La dislexia es un trastorno neuropsicológico que se caracteriza por los problemas en la lectoescritura. Es un problema específico y persistente. Las personas con este problema no tienen ningún otro problema ya sea sensorial (como por ejemplo problemas visuales) o de otra índole (por ejemplo, autismo, retraso madurativo o intelectual, etc.) que pueda explicar los problemas en la lectura. Algunos de los problemas que tienen los niños y personas con este problema son: dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, cometen omisiones y errores al leer, etc. Dependiendo del tipo de dislexia, se observarán unos u otros problemas.
Si la dislexia aparece en el desarrollo del niño, estaremos hablando de dislexia del desarrollo o evolutiva. Sin embargo, si este problema aparece provocada por una lesión cerebral en algún área encargada del procesamiento visual y de lenguaje, estaríamos hablando de dislexia adquirida. En este artículo, nos referiremos al primer tipo, al de desarrollo o evolutivo.
Tipos de dislexia
Como hemos comentado en el párrafo anterior, hay diferentes tipos de dislexia y dependiendo del tipo concreto de dislexia que presente la persona, mostrará también diferentes características. A continuación os explicamos en qué consisten los diferentes tipos de dislexia que se producen por una mal funcionamiento del procesamiento de la lectoescritura. Además de estos tipos de dislexia, pueden producirse otros a raíz de problemas en otras funciones cognitivas como la percepción.
Dislexia fonológica
La dislexia fonológica se produce por un mal funcionamiento de la ruta fonológica de procesamiento del lenguaje. Esta vía procesa el lenguaje de manera fonológica, es decir que emplea la conversión grafema-morfema para acceder al léxico. Cuando el problema reside en esta vía, las personas suelen tener dificultades para leer palabras largas y con poca frecuencia, imposibilidad de leer, ya que comenten muchos errores de lexicalización, las pseudopalabras, etc.
Dislexia léxica
En el caso de la dilexia léxica, la vía que conlleva un mal funcionamiento es la ruta léxica. En este caso, la persona no tiene dificultades para la lectura mediante la conversión grafema-morfema como sí ocurría en el párrafo anterior, sino a través de su significado. Las personas con este tipo, muestran dificultades para leer las palabras irregulares y tienden a cometer errores de omisión, adición o sustitución de letras por intentar regularizarlas, confunden palabras con el mismo sonido, etc.
Dislexia mixta o profunda
Las personas que tienen dislexia mixta o profunda, presentan un mal funcionamiento en ambas vías, tanto en la ruta fonológica como en la ruta léxica. En el caso de este tipo concreto, se encuentran problemas para la lectura tanto mediante la conversión grafema-morfema, como a través del léxico. Las personas con este tipo de dislexia, suelen presentar errores semánticos (leen unas palabras por otras con parece semántico, aunque no visual), presentan dificultades para leer pseudopalabras, palabras funcionales y palabras poco frecuentes, etc.
Consecuencias de este problema
En la dislexia, las consecuencias más importantes se manifiestan en el ámbito laboral y académico, sobre todo en este último ya que la educación suele apoyarse mucho en la lectoescritura. Las personas con dislexia necesitan mucho más tiempo y esfuerzo para realizar las tareas dónde es necesaria la lectoescritura (por ejemplo, redactar informes, leer artículos, etc.). Sin embargo, esto no implica que no sean capaces de hacerlo ya que su capacidad intelectual y el resto de sus habilidades están intactas. Por lo tanto, las personas con dislexia necesitan más tiempo y esfuerzo para realizar las tareas, aunque el resultado final sea óptimo.
Además de las consecuencias en el ámbito laboral y académico, la dislexia también puede influir en otros ámbitos de la vida de las personas dónde esté presente la lectoescritura. Por ejemplo, la comunicación social hoy en día se basa en gran parte en las redes sociales donde la gran mayoría de los mensajes son escritos y les costará más acceder a ellos. Además, en el ámbito de la salud es necesario que empleen esfuerzo y tiempo para comprender adecuadamente las instrucciones escritas de tratamientos y medicamentos.
Tratamiento
Por último, respecto al tratamiento es muy importante que se acuda a un profesional experto para que evalúe y diagnostique lo antes posible. Una vez se haya obtenido una evaluación adecuada, el tratamiento que se realice tiene que tener el objetivo principal de paliar los síntomas y los errores que muestran. Para ello las estrategias más empleadas son el entrenamiento en lectoescritura y en comprensión lectora, configurar su entorno con contenido que no sea de carácter visual, etc.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán
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